martes, 27 de diciembre de 2011

El concepto de White Christmas

En estas fiestas tan señaladas, me llena de orgullo y satisfacción analizar los pequeños matices que diferencian qué se entiende por “White Christmas” en Suecia y qué se entiende por “Blanca Navidad” en España”. A priori, según el traductor de Google, Blanca Navidad = White Christmas. Es lo mismo y punto. Ahora bien, ¿piensan un español y un sueco en lo mismo cuando alguien habla de blanca navidad?

El concepto es el concepto
Como diría Pazos, ¿y el concepto, eh? Ah amiga, a los hechos me remito. Para un Español tener una blanca navidad significa que el día de navidad todo esté blanco, cubierto de nieve. Cualquier español estará de acuerdo con esta descripción, que no es ni más ni menos que una interpretación literal de una frase que refleja lo que una persona ve al por la ventana cuando se levanta un día de navidad y ve que está todo bien blanco. Un razonamiento lógico y pragmático:
  • ¿Es navidad? Sí
  • ¿Está todo blanco? Sí
Conclusión: blanca navidad

Más claro, agua, ¿verdad? Pues parece que los suecos no lo ven así. Si un Sueco amanece el día de Navidad, se asoma la ventana y lo ve todo cubierto de nieve puede que se lleve una decepción tremenda y diga algo como “What a pity, no White Christmas this year” (Qué lástima, no tenemos blanca navidad este año). ¡Pero cómo que “no White Christmas”! ¡Si las calles parecen el escenario de un invierno nuclear post-apocalíptico! ¡Si tenemos palmo y tres cuartos de nieve cubriéndolo todo!

Un español cualquiera tendrá que reprimir por unos instantes sus ganas irrefrenables de zarandear al sueco en cuestión y limitarse a preguntar qué demonios entienden por allí por White Christmas. El sueco te mirará estupefacto y contestará con desidia y petulancia algo como “Un día de Navidad donde esté nevando cosa fina, por supuesto”. Del mismo modo, dará a entender que cualquier otra interpretación de la frase Blanca Navidad es errónea, que sólo los blandos de corazón dirán que están disfrutando de una Blanca Navidad aunque no nieve ese mismo día.

Quiero recalcar que esto no es una exageración ni un simple producto de mi imaginación. De hecho en una de las primeras conversaciones que tuve sobre los inviernos suecos con mis compañeros del máster salió el tema, con los suecos lamentándose de que en los últimos años no habían tenido casi ningún White Christmas. Mi reacción inmediata fue de incredulidad, porque Suecia en invierno es sinónimo de nieve por doquier, así que me fui con la mosca detrás de la oreja a preguntar a algún extranjero que llevara viviendo en Estocolmo unos cuantos inviernos. La respuesta, traducida, siempre era la misma: “¿Qué aquí no hay Blanca Navidad? Las narices. Todos los años por navidades está todo blanco, todo. No sé quién te habrá contado esa milonga”.

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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Suecia: paraíso socialista

Los estereotipos existen, para qué nos vamos a engañar. Cuando un español vive en el extranjero muchas veces tendrá que explicar que a) no sabe bailar flamenco, b) no se echa siestas de una hora todos los días y c) no ha toreado en su vida. Esto por mencionar alguna de las generalizaciones más extendidas. Los españoles tenemos fama de vagos y fiesteros que se traduce en esta clase de presunciones, pero no somos el único país con sus topicazos.

Si decimos “francés”, nos imaginamos a un gabacho con bigote, boina, camiseta de rayas negras y blancas que se dirige al Louvre con una baguette bajo el brazo al grito de “güimesié” o “olalá”. Si pensamos en los italianos, nos viene a la cabeza un tío moreno con botes enteros de gomina en el pelo, camiseta ajustada y preparando pizzas o persiguiendo a cualquier mujer que se cruce en su camino para declararle su amor eterno diciendo “bella, bella” o “signorina”. Pues bien, los suecos también tienen que lidiar con algunos estereotipos y generalizaciones.

Uno de los documentos gráficos que mejor recogen qué piensa la gente de Suecia es este “reportaje” de The Daily Show. En él se indaga de manera divertida cómo es la sociedad Sueca para ver qué pasaría en Estados Unidos si cae bajo el yugo del socialismo igual que lo ha hecho Suecia (eso dicen los tertulianos de Fox News al menos). Los links son los siguientes:

http://www.thedailyshow.com/watch/tue-april-21-2009/the-stockholm-syndrome-pt--1
http://www.thedailyshow.com/watch/wed-april-22-2009/the-stockholm-syndrome-pt--2

Si no sabéis inglés, no pasa nada. No dicen nada o casi nada que no hayamos visto en las películas de Alfredo Landa. De todas formas, conviene echar un vistazo a los vídeos para ver cómo se vive en Suecia. A lo que iba, un breve resumen de las generalizaciones que tienen que aguantar los suecos es el siguiente:
  • Si eres sueca tienes que ser rubia, de metro ochenta, rasgos perfectos y tener un cuerpazo de modelo. Mentira, todo mentira. También las hay morenas y pelirrojas.
  • Como buen sueco, te encanta trabajar.
  • Por ser sueco te fríen a impuestos. Muy cierto, lo que no se explica es que aquí el dinero de los impuestos sí revierte en los ciudadanos, no como en otros países (véase España) donde acaba en el bolsillo del político o el enchufado de turno.
  • Necesitas una sauna más que un drogadicto su heroína.
  • Cualquier sueco está acostumbrado al frío y puede pasearse de manga corta con temperaturas que rondan los cero grados.
En mi modesta opinión, creo que los suecos no tienen motivo para quejarse por las generalizaciones que tienen que aguantar. Al fin y al cabo, la opinión generalizada sobre los españoles es que haríamos lo que fuese por vivir sin dar un palo al agua y que somos unos vividores y unos caraduras. Mientras tanto los pobres suecos tienen que lidiar con estereotipos como ser un pueblo donde sólo hay venus y adonis enamorados del trabajo y enganchados al vodka.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los suecos se dejan los modales en casa

En los países latinos en general y en España en particular la caballerosidad es un concepto muy arraigado. Está tan arraigado en la cultura latina que en muchos casos se da por sentado, y muchas personas pueden llegar a suponer que en todas partes cuecen habas, que vaya donde vaya uno se encontrará el mismo nivel de caballerosidad. Generalmente esto es casi cierto, sobre todo en Europa y en Estados Unidos: la caballerosidad existe, aunque se lleva más o menos al límite dependiendo del país en concreto. Pero hay excepciones, y Suecia es una de ellas: en este país una combinación de factores ha llevado a la sociedad a casi prescindir de esta cualidad.

Para empezar, Suecia es un país emocional y socialmente distante, donde las personas interactúan poco con desconocidos y se encierran en una burbuja emocional que les aísla del resto de la humanidad cuando cubren trayectos como ir de casa al trabajo y moverse en el autobús. En Suecia ignorar al prójimo en ambientes públicos se considera una muestra de educación, ya que permites que cada uno vaya a lo suyo y no te entrometes en lo que no te interesa. Hasta cierto punto puedo compartir que es una muestra de educación, pero si se lleva al extremo se convierte en todo lo contrario. En general se lleva este concepto hasta el extremo, haciendo que te puedan dar con una puerta en las narices o que si se te cae algo al suelo nadie te ayude a recogerlo.

Por otro lado tenemos un igualitarismo mal entendido y llevado a extremos insospechados. Que el hombre y la mujer deben ser iguales ante la ley y contar con los mismos derechos y obligaciones es evidente, un símbolo de madurez de la sociedad. Pero la igualdad está mal entendida cuando se llega al extremo de negar hasta las diferencias biológicas entre ambos sexos. Muchas feministas ven la caballerosidad como una lacra social que esclaviza ideológicamente a la mujer y un método de perpetuar el status quo actual que considera a la mujer inferior físicamente al hombre. O algo así. Me lo han intentado explicar, pero ni lo entiendo ni lo comparto, principalmente porque si hablando sobre este tema rebates sus argumentos razonadamente se cierran en banda y se niegan a seguir argumentando.

Además los varones suecos están mal acostumbrados: por un motivo u otro, históricamente no han tenido que “currárselo” para ligar ni para conocer mujeres, por lo que no han sido educados en cómo tratar bien a una mujer y si lo han sido no lo demuestran. Un varón sueco no entiende por qué tiene que dejar pasar a una mujer por la puerta antes que él, ni por qué sujetarle la puerta del ascensor para que salga, ni por qué pagar toda la cena cuando se puede pagar cada uno lo suyo. Para los españoles es una ventaja porque tendrán más facil ligar que sus competidores suecos; para las españolas puede ser un suplicio.

Esta combinación de factores da como resultado situaciones inauditas que a una española, mal acostumbrada a que la traten como dios manda, le pueden sentar como un tiro:
  • No hace falta que el hombre pague la cena si la mujer quiere pagar su parte, pero sí está bien que haga el baile de “ya pago yo/no, no, qué vas a pagar/que sí hombre/no hace falta yo pago lo mío”.
  • No se trata de que tus amigos vayan cubriendo los charcos con sus abrigos a tu paso, pero sí que te ofrezcan su brazo si el suelo está helado y hay riesgo de pegarse una torta.
  • No es necesario hacer una reverencia ni aspavientos cuando se sostiene la puerta para que pase una mujer, pero sí que la sujeten lo justo para que pases y no le de la puerta en las narices.
En definitiva, una española tiene que prepararse mentalmente y afrontar el trágico hecho de que la caballerosidad ha sido desterrada de Suecia. Cuesta acostumbrarse, pero… ¡es lo que hay!

lunes, 5 de diciembre de 2011

Trabajar en Suecia – Los salarios y los impuestos

Con la que está cayendo en España muchos españoles se han resignado a emigrar para ganarse el pan, porque es imposible encontrar nada en España con un 50% de paro juvenil. En esta circunstancia se ha vuelto al “vente a Alemania, Pepe”, ya que el país teutón sigue siendo junto con el Reino Unido el destino más atractivo para jóvenes y recién licenciados españoles.

Sin embargo, existen otras opciones dentro de Europa. Una de esas opciones es Suecia, probablemente el país europeo menos afectado por la crisis global. Actualmente el producto interior bruto de Suecia crece a más de un 3% anual, la tasa de desempleo ronda el 7% y la tendencia es a mejorar. Con este panorama macroeconómico, está claro que algo de trabajo hay. Si no te preocupan los inviernos con veinte grados bajo cero o tener que aprender sueco, puedes empezar por buscar ofertas de trabajo en portales globales como monster o en la web sueca sweden.se. Y si ya te has liado la manta a la cabeza y tienes pendiente una entrevista de trabajo, recuerda que en Suecia las entrevistas de trabajo pueden ser ligeramente distintas a lo que estás acostumbrado.

  • Cómo funcionan los sueldos? ¿Cuánto voy a ganar?
    La pregunta del millón si tienes claro trabajar en el extranjero es cuáles van a ser tus condiciones laborales: cuánto voy a trabajar a la semana, cuál va a ser mi salario, qué condiciones, cuántos impuestos tendré que pagar… Aquí van algunas respuestas al “qué hay de lo mío”:
  • No hay salario mínimo. En Suecia el concepto de salario mínimo no existe: si aceptas trabajar por un euro la hora, eso es lo que cobrarás. Ahora bien, nadie tiene estas condiciones; los sueldos son muy competitivos. Salarios que favorecen a la clase media. Aquí da casi igual si eres banquero o barrendero, si has estudiado una ingeniería o una FP; la diferencia salarial entre los que más ganan y los que menor salario perciben es muy pequeña, permitiendo la aparición de una pujante clase media y reduciendo en número de millonarios y de pobres en la sociedad sueca. Trabajes en lo que trabajes, tu salario será sueno.
  • Jornada laboral de 38.5 horas. En Suecia no serás un esclavo de tu empresa, no tendrás que quedarte a trabajar por la cara hasta las ocho de la tarde porque sí y sin cobrar horas extra. Aquí se trabaja cuarenta horas a la semana o menos, y todo el mundo se toma esta limitación muy en serio. Por lo tanto el salario real en términos euros por hora es mayor, porque trabajarás menos horas de lo acostumbrado.
  • Incluso un estudiante gana más de 10 euros/hora. Si eres estudiante y quieres trabajar a tiempo parcial, no tendrás que pelearte por una beca ridícula y trabajar como una mula para cobrar una birria. Aquí los estudiantes cobran como todos, y puedes ganar 12 euros la hora tranquilamente en un trabajo poco cualificado.
  • Fiscalidad progresiva. Esto quiere decir que no hay tramos en tu declaración de la renta: cuanto más dinero ganas, mayor porcentaje de impuestos pagas. Aquí no se puede dar el caso de que “saltes” de pagar 18% de impuestos a 21%, el cambio es mucho más gradual. Y los que más ganan pagan mucho, hasta casi un 60% de impuestos. Suecia es uno de los países donde más se paga en la declaración de la renta, pero a cambio los servicios que proporciona el estado son de una calidad insuperable.
  • El tipo de cambio es favorable a los emigrantes españoles. Habitualmente la corona sueca ronda la paridad con el euro “con un cero de menos” (10 SEK = 1 €), pero desde que estalló la crisis la corona se ha disparado y actualmente ronda 10 SEK = 1.2 €, con lo que objetivamente ganas (y pagas) un 20% más. Si ahorras y mandas dinero a España, verás que el dinero cunde más.


Esto es una pequeña muestra de lo que recibirás trabajando en Suecia. Si hablamos de dinero contante y sonante, está claro que las condiciones son mucho más favorables que en España. Además hay que incluir otros servicios como pensiones, sanidad, seguros etc. En otros posts hablaré en detalle de “el modelo sueco”, qué beneficios tienen los ciudadanos y los trabajadores y de la burocracia sueca a la que enfrentarse cuando uno llega a Suecia a buscar trabajo.

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viernes, 2 de diciembre de 2011

La conducción en Estocolmo: segura y aburrida, aburrida y segura

Para ser el segundo país donde más café se consume por habitante, hay que reconocer que los suecos consiguen mantenerse tranquilos y relajados en cualquier circunstancia. Cuando se ponen al volante esto no es una excepción. Los suecos en general conducen como si no quisieran llegar a ninguna parte, como si no tuvieran nunca prisa, como si estuvieran admirando el paisaje. Lo bueno de conducir pisando huevos es que la cantidad y gravedad de accidentes disminuye; lo malo es que cuando tienes un poco de prisa se te llevan los demonios.

La conducción silente
Cualquier español está acostumbrado a escuchar todo tipo de sonidos cuando se mueve por cualquier ciudad española. A pie o al volante, desplazarse del punto A al punto B garantiza escuchar un par de pitidos, chirridos de ruedas, algún exabrupto, rugidos de motores pasados de vueltas, petardeos de tubos de escape sin silenciador y gitaneo o bacalao saliendo del equipo de música de un coche con alerones inútiles y extravagantes. En Suecia esto es impensable. Salvo rarísimas excepciones, generalmente inmigrantes que aún no han asumido del todo la cultura sueca, aquí se conduce sin aspavientos y sin emitir sonidos supérfluos.
Cero pitidos. En este país parece que sólo puedes apretar el claxon si estás seguro de que es la única forma de evitar un atropello. En España se suele pitar a otro vehículo cuando el conductor va pisando huevos o cuando te acaba de hacer una pirula; aquí de eso nada. Primero: todo el mundo va pisando huevos, así que el concepto “despacio” no existe. Segundo: si ya te han hecho la pirula no tiene sentido pitar porque el peligro ha pasado.
Es necesario mencionar el aspecto cultural del asunto: Suecia es considerado un país femenino, mientras que España es considerado un país masculino. En España el pitido más que demostrar indignación sirve para marcar el territorio, aquí en Suecia los hombres no hacen esas cosas tan vulgares.

Despacio, despacio…
Si vas con retraso a algún sitio, mejor que corras o cojas el metro. Al volante llegarás tarde, seguro. Aquí nadie sobrepasa el límite de 40 Km/h en ciudad, ni se acercan. Lo normal en Estocolmo es que los coches circulen a 30 Km/h por casi cualquier calle. Da igual que sea invierno, cuando esta velocidad tiene sentido porque salirse de la trazada sin nieve implica pegarse una galleta; o verano, cuando se puede ir a 40 sin problemas. Así es difícil que haya accidentes (aunque alguno hay, no sé cómo lo hacen).
El problema viene cuando tú coges un coche. Como vivir en Suecia implica cambiar de piso varias veces, he tenido que alquilar una furgoneta pequeña en un par de ocasiones para hacer la mudanza. Para un español la conducción en Suecia no se disfruta, se sufre. Sobre todo cuando vas con la hora pegada al culo y tienes que devolver el coche a una hora concreta. Por muy tranquilo que seas, si estás acostumbrado a conducir en España la conducción en Suecia te pondrá de los nervios.

Peatones primero
El peatón tiene prioridad. Hay que reconocer que esto está muy bien, sobre todo si no tienes coche. En Estocolmo los peatones pueden abalanzarse sobre un paso de cebra con los ojos vendados y salir con vida, aquí para todo el mundo. En ocasiones los coches se detienen incluso sin que haya pasos de cebra a la vista, basta con que un peatón esté esperando en un cruce. Lleva tiempo acostumbrarse, porque si ves ese comportamiento en España temes que el conductor sea un psicópata que acelerará en cuanto te confíes y te pongas a tiro.
En Estocolmo el coche está en un segundo plano porque se da mucha prioridad a los transportes más ecológicos: metro, autobús, tren y bici tienen prioridad absoluta. Andar está bien visto. Ir en coche muchas veces se ve como una afrenta al espíritu ecologista y buenrrollista sueco.

Resumiendo: Suecia es el paraíso de los conductores prudentes. Aquí todo el mundo conduce despacio, nadie se cabrea al volante, no hay pitidos, gritos ni insultos… Todo muy tranquilo y aburrido. Sin duda es una ventaja para los turistas, porque no tendrán el problema de sufrir atropellos por hacer fotos o estar embobados siguiendo al guía. Por el contrario, a los españoles que viven en Estocolmo este estilo de conducción se nos hace un poco duro.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Estocolmo: ¡Aquí no se fuma!

En España tenemos desde hace algunos meses una ley antitabaco que prohíbe fumar en casi cualquier recinto cerrado. Como en muchas otras cosas, en esto los suecos nos llevan ventaja. Aquí la normativa antitabaco es muy estricta, más incluso que en España, y no se fuma en recintos cerrados desde hace la tira de años.

La lucha contra el tabaco se ha llevado hasta extremos insospechados en España. Por ejemplo, si vives de alquiler tendrás prohibido fumar en el interior de la vivienda. No puedes fumar ni en tu propia casa. Inaudito, pero sanísimo. Si quieres fumar tendrás que desconectar el detector de humos o abrir una ventana y fumar por la ventana. Pensarás “Ah, si puedes fumar en la ventana no es para tanto”. Sí es para tanto. En invierno abrir una ventana para fumar requiere ponerse abrigo y gorro para soportar cinco minutos al fresco y aceptar que la temperatura en tu casa bajará tres o cuatro grados. Eso no tiene ni pizca de gracia. Siempre puedes decidir pasarte las reglas por el forro y fumar en tu casa con un par, pero conviene que sepas que no la prohibición de fumar dentro de la vivienda está reflejada en el contrato por lo que si salta la alarma de humos y se demuestra que es porque estabas fumando, te arriesgas a que el dueño te ponga de patitas en la calle. Tal y como está la situación de la vivienda en Estocolmo, créeme cuando te digo que no te conviene verte buscando piso ni mucho menos tener malas referencias.

En bares y restaurantes las cosas están como en España: si quieres fumar tendrás que salirte a la calle. Algunos locales tienen recintos para fumadores que recuerdan a jaulas de zoo, mientras que otros tienen zonas al aire libre donde podrás fumar sin salir del local. Eso sí, sigues teniendo la pega del clima: Si sales a fumar a la calle en invierno es porque de verdad necesitas ese cigarro. Aunque todos los locales nocturnos tienen zonas acordonadas para los fumadores con estufas y todo, la temperatura seguirá estando en números negativos por muy cerca que te pongas de las estufas.

Es en el trabajo donde fumar requiere una mayor dedicación. Igual que en el caso de bares y restaurantes, tendrás que salir a la calle para echarte un cigarro, con la diferencia de que aquí no hay estufas por ningún sitio. Si quieres fumar en invierno, tendrás que fumar con abrigo, guantes, gorro y bufanda a veinte grados bajo cero.

Parece evidente que fumar en Suecia es más chungo de lo que parece. Como los cigarros no son en muchos casos una opción válida, muchos suecos optan por el Snus, una especie de tabaco de mascar que te colocas entre el labio superior y los dientes. Según parece el Snuss es más sano que los cigarros porque es tabaco puro sin alquitrán ni otros productos nocivos, y además es mucho más discreto: no sueltas humo. El Snus es muy popular en Suecia y otros países escandinavos: casi un 25% de la población consume Snuss.

Snus aparte, lo mejor que puedes hacer en Suecia es no fumar y ya está. Ya sé que no es tarea fácil para los fumadores, pero estoy seguro de que si se tienen que enfrentar a la decisión de no fumar o fumar y congelarse, en muchos casos optarán por echarse un cigarro en otro momento.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Shock cultural: en Suecia, julio es agosto

En Suecia, la estación donde más sufre un español es el invierno, eso está claro: temperaturas muy bajas, hielo por todas partes, tormentas de nieve, toneladas de nieve acumuladas en parques y jardines… Es duro, pero si has decidido irte a vivir a Suecia al menos estás mentalmente preparado para la que se avecina. De tanto escuchar que en invierno hace un frío de cojones cuentas con la ventaja de que el invierno no te va a pillar desprevenido. En cambio, hay otra estación que puede minar la moral de un español y sobre la que nadie te alerta: el verano, concretamente el mes de agosto.

En España agosto es el mes del calor y las vacaciones. Prácticamente en toda la península hace un calor insoportable, y excepto por las ocasionales tormentas veraniegas los días son luminosos, calurosos y tranquilos. Agosto es mes de sol y playa, un mes donde todo el que puede aprovecha para salir en estampida de las grandes ciudades hacia localidades costeras donde poder disfrutar del mar, la sangría y la paella. En agosto ciudades como Madrid se convierten en ciudades fantasma propias de un apocalipsis zombie. Agosto es, en suma, el mes veraniego por excelencia. En Suecia la cosa cambia mucho: si estás esperando al mes de agosto para disfrutar del verano, te habrás quedado sin verano.

Esto es así porque agosto en Estocolmo es como septiembre en Madrid: los quince primeros días suele hacer calor y buen tiempo, pero la segunda quincena tendrás fresco y lluvia casi garantizada. Para un español esto es un shock tremendo. Habitualmente un español que vaya a vivir a Suecia se prepara mentalmente para soportar los inviernos, no para afrontar los veranos. Y cuando caes en la cuenta de que los veranos también son más cortos, de que el 15 de agosto esto se ha acabado y ya todo es cuesta abajo hacia otro invierno la reacción habitual es una mezcla de incredulidad y cabreo al 50%.

Claro que esto te pasa el primer año. Después ya estás preparado para sacar todo el partido que puedas a junio y julio. Te seguirá pareciendo inaudito que el verano se termine a mediados de agosto, pero al menos habrás disfrutado como dios manda de los dos meses más calurosos. Y Estocolmo es una ciudad muy agradable en verano, con multitud de festivales al aire libre, terrazas por todas partes y una oferta de ocio que sorprende por su variedad.

Además en Estocolmo el mes de julio es como el mes de agosto en Madrid: todo el mundo huye de la ciudad para pasar una temporada en la costa sueca, en las playas de Tailandia o en Málaga jugando al golf. Tienes la ciudad para ti solo, en la empresa sois cuatro gatos con poco que hacer y además la gente se vuelve más simpática. Junio y julio son los únicos meses donde los suecos parecen españoles y no robots fríos y distantes.

En definitiva, julio mola. Es un mes para disfrutar, un mes para estar al aire libre y aprovechar las casi veinte horas de luz que tendrás en Estocolmo. Si trabajas, lo mejor es dejar que todos sus compañeros se cojan las vacaciones en julio para luego poder escaparte de la ciudad a finales de agosto o principios de septiembre. De esa forma podrás disfrutar de dos meses de verano en Suecia más dos o tres semanas de verano en España.

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viernes, 25 de noviembre de 2011

Comida española en Estocolmo – Llévatela de España (II)

No dramaticemos: la comida en Suecia está buena y se puede sobrevivir perfectamente con lo que compres en cualquier supermercado. Nueve millones de suecos lo hacen y tienen una de las esperanzas de vida más altas del mundo, por algo será. Pero si te pirra la comida española, que seguro que es así, querrás llevarte cuanta más comida mejor. Te verás en la difícil tesitura de priorizar y decidir qué comida meter en la maleta y qué alimentos no caben/no te gustan tanto. En mi caso suelo llevar lo siguiente:
  • Queso. En Suecia hay quesos, por supuesto. Pero nada iguala un buen queso curado español.
  • Jamón serrano. El jamón serrano es la piedra angular de cualquier dieta española. En Estocolmo puedes encontrar jamón serrano en los supermercados, pero tendrás que estar dispuesto a comprar jamón del montón a precio de jabugo. Vamos, casi mejor si te lo llevas de España.
  • Embutido. Lomo, salchichón, chorizo, chicharrones… no los encontrarás es Suecia, y si los encuentras el precio será abusivo.
  • Chorizos para cocinar. Dos kilos de chorizos para cocinar son imprescindibles: para lentejas, para tortilla, para pasta, para huevos revueltos, para hacerlos al vino… En Suecia no hay, las alternativas no saben para nada como el chorizo de verdad.
  • Natillas. En cualquier súper podrás comprar postres parecidos, ¡pero no las auténticas natillas Danone!
  • Lentejas. Aquí no saben lo que son, así que un kilo o dos de lenteja rápida te pueden solucionar la vida. Con eso tienes para tres ollas de cinco raciones de lentejas, una pasada.
  • Fabada Litoral. Un topicazo y un buen chute de calorías, pero cuando aprieta el frío te saben a gloria.
  • “Abrir y listo” de Isabel. Chipirones encebollados, atún en salsa… una maravilla. Imprescindibles.
  • Fideos. ¡En Estocolmo no hay fideos! Si eres mucho de hacer sopas, más te vale llevarte un kilo de fideos de España. Y piensa que con el frío que hace en invierno, una buena sopa te sienta de maravilla
  • Sobras congeladas. Si en tu casa se cocina bien, nunca está de más que te vayan guardando sobras, con una bolsa térmica sobreviven el viaje sin problemas. Llevarte de España unas migas, algo de paella, croquetas… Parece una tontería pero bien contento te pondrás cuando te las comas.
Si te gusta cocinar también puedes meter otras cosas que no encontrarás en Suecia y que en España usas a menudo: masa de empanadillas, pan rallado, tempura, tomate frito, huesos de jamón… algunos de estos ingredientes son casi imprescindibles para que una comida te quede perfecta y no se encuentran en Estocolmo. Otros, como el tomate frito, pueden encontrarse (pero definitivamente no encontrarás tomate frito Orlando). Así que piensa muy mucho qué te vas a llevar.

Evidentemente en tu primer viaje a Estocolmo no podrás llevarte mucha comida porque querrás llevarte toda la ropa necesaria para sobrevivir durante el invierno. Eso sí, no exageres. Echa un vistazo al post sobre qué ropa llevar en Estocolmo en invierno y verás como no es para tanto. ¡Seguro que tienes sitio para meter algo de comida en la maleta! Y si tu problema es que aún no has encontrado una vivienda permanente porque la situación de la vivienda en Estocolmo es un caos, no te preocupes, basta con llevarse solamente alimentos no perecederos ;)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Comida española en Estocolmo – Llévatela de España (I)

Si hay algo que duela de vivir en Suecia, descontando el frío y la nieve, es la comida. O mejor dicho, la ausencia de comida típica española. No tengo nada en contra de las albóndigas suecas, ni del salmón, ni de los arenques ni del solomillo de reno. Todo eso está muy bueno. Pero se echa en falta entrar a un bar y pedir “una de calamares” o “un montado de lomo”, o decir esas frases tan típicas como “Paco, ponme una de torreznos”. Aquí la cultura de la tapa no existe, la cocina básica es muy distinta y los productos españoles son prohibitivos.

La salida más fácil para evitar echar en falta la comida española es intentar visitar España a menudo para dedicar los 23 Kg que Iberia te permite llevar estrictamente a comida. Yo lo hago siempre que puedo. Ésta es mi estrategia para sacar el máximo partido de mis visitas a España:
  • Cada vez que vuelo a España viajo ligero, casi con las manos en los bolsillos. Llevo encima un maletín para el portátil con lo imprescindible: cartera, móvil, portátil con batería, disco duro portátil, gafas, etc. El resto va a la maleta: meto algo de ropa en la maleta de mano y algunos regalos que haya comprado, coloco la maleta de mano dentro de la maleta grande y todo a facturar. De ese modo facturo aire (facturar menos de 15 Kg es una ridiculez) y encima viajo ligero.
  • Los dos días anteriores consisten en pesar la comida que me voy a llevar para evitar sorpresas, repasar la lista que mi madre tiene siempre preparada con todo lo que me tengo que llevar (gracias, mamá) y salir a comprar las cuatro cosas que faltan. La noche de antes siempre me toca discutir con mi madre por cuestiones de peso: ella quiere que me lleve todo o casi todo y yo tengo que poner un límite para evitar quedarme con cara de idiota en el aeropuerto, cuando al poner mi maleta en la báscula vea cómo sobrepasa los 23 Kg.
  • El viaje de vuelta a Estocolmo lo hago más cargado, con casi 23 Kg de comida en la maleta que facturo (23 Kg – peso de maleta – algo de ropa = 18 Kg aproximadamente para comida), más la maleta de mano pesando sus 10 Kg de rigor. Además de la bolsa del duty-free con alguna botella de alcohol. Da igual que bebas mucho o poco, vino o whisky, que compres para ti o para regalar: el alcohol en Suecia es tan caro que los precios del duty free suelen ser la mitad que en cualquier Systembolaget.
  • Como el vuelo Madrid-Estocolmo llega al aeropuerto de Arlanda a las 14.00 cuando quiero llegar a casa son las cuatro de la tarde. Esto quiere decir que las escasas cuatro horas que faltan hasta la hora de la cena (sí, aquí tienes que acostumbrarte a cenar como tarde a las ocho) las dedicaré a hacer inventario de toda la comida que me he traído, colocarla en su sitio y vaguear. Porque un viaje en avión cansa más de lo que parece, y porque me lo he ganado.
Viajes y viajes de experiencia a mis espaldas me han llevado a perfeccionar el método hasta los extremos que acabas de ver. Puede que casi veinte kilos de comida te parezcan una exageración, pero créeme cuando te digo que abrir la nevera y el congelador de tu casa en Estocolmo y ver productos españoles por todas partes no tiene precio ¡Cuando aprieta el invierno sueco, fabada Litoral al canto!

viernes, 18 de noviembre de 2011

Shock cultural: las tiendas cierran a las 18.00!

Una de las cosas que se echan de menos en Estocolmo es el horario de apertura de los comercios españoles. Salvo los supermercados, las tiendas cierran sobre las seis de la tarde, haciendo que la sencilla tarea de comprar un libro o un jersey se convierta en una lucha a muerte donde te enfrentarás a oleadas de personas que quieren hacer lo mismo que tú en la única hora que queda libre cuando termina la jornada laboral: de 17:00 a 18:00.

¿Entonces la gente que trabaja cuándo compra?
¡Muy buena pregunta! La respuesta es: o compras al salir de trabajar, deprisa y corriendo, o en sábado. La primera opción muchas veces no es posible: si no tienes las tiendas a las que quieres ir cerca de tu lugar de trabajo tal vez cuando quieras llegar a ellas estén casi cerrando; o si habitualmente tienes que quedarte trabajando hasta las 17:30 o 18:00 cuando salgas de trabajar ya tendrás las tiendas casi cerradas aunque estén a dos pasos de tu oficina. Además aquí la jornada laboral se cumple casi a rajatabla con lo que habitualmente todo el mundo termina de trabajar entre las 17:00 y las 17:30 haciendo que las calles suecas pasen en cuestión de segundos de parecer un pueblo de spaguetti western al centro de Tokio en hora punta. Las colas para comprar alcohol en un Systembolaget céntrico un viernes a partir de las 17:00 son un espanto, hay que verlo para creerlo porque si se lo cuentas a alguien que no lo haya visto por sí mismo pensará que eres como el típico pescador presumiendo haber cogido una trucha "así de grande".

Al final muchas personas optan por comprar en fin de semana, cuando preferirían pasar el día tranquilamente en casa, con los amigos o con la familia. Además no serán los únicos que se resignan a comprar en sábado, por lo que terminarás por darte de bruces con el problema que has querido evitar: aglomeraciones, gente y colas por doquier. Este sinsentido provoca que determinadas tiendas sean declaradas zona de conflicto los sábados, por ejemplo IKEA. IKEA un sábado cualquiera es como Callao durante las rebajas de reyes, solo que además la gente arrastra bolsas amarillas XXL.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Uno de los inconvenientes de vivir en este paraíso socialista que es Suecia es que los sindicatos tienen un poder inmenso, incluso excesivo en algunos sectores o industrias. El comercio es el mejor ejemplo, ya que aquí se antepone el supuesto comfort de los trabajadores a una demanda de la sociedad: que las tiendas permanezcan abiertas hasta las 19:00 o las 20:00.

Por supuesto los sindicatos no impiden que las tiendas abran más allá de las seis de la tarde, faltaría más. El problema es que los sindicatos están obsesionados con el tiempo libre de los trabadores y con poco menos que obligar a los mismos a tener toda la tarde para ellos. La última negociación colectiva, hará vaya usted a saber cuántos años, fijó de 18:30 a 7:00 el horario nocturno, por tanto un comercio que abra de 18:00 a 21:00 tendrá que pagar a sus empleados el salario normal por media hora y la tarifa nocturna por dos horas y media. Sí señor: a partir de las 18:30, horario nocturno ¡Toma ya! El salario del night-shift es el doble que el salario normal, así que el empresario estaría pagando el equivalente a cinco horas y media de trabajo.

Este sinsentido provoca que aunque los horarios comerciales estén más o menos liberalizados haya un control de facto sobre los mismos, ya que ningún empresario ve rentable pagar a su plantilla la tarifa nocturna por trabajar a partir de las 18.30. Primero, porque como he dicho antes el salari es automáticamente el doble; segundo, porque si hay pocas tiendas que adopten esta medida los consumidores seguirán intentando realizar sus compras de 17:00 a 18:00.

Conclusión: los suecos están que trinan con estos horarios absurdos. Creo que es uno de los pocos aspectos de la vida cotidiana sueca donde la opinión generalizada es que hay que cambiar las cosas a la voz de ya. Vayas donde vayas, hables con quien hables, la gente está hasta el gorro de los horarios comerciales… pero los sindicatos no dan su brazo a torcer. Y como la clase política no intenta forzar su mano para no cabrearles, seguimos igual.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡Es invierno en Estocolmo! ¿Y yo qué ropa me pongo?

Uno de los principales inconvenientes de vivir el Estocolmo es el invierno: largo, frío y con nieve y hielo por doquier. Para un Español acostumbrado a considerar cualquier temperatura bajo cero como frío extremo, aunque sea sólo -1º C, pensar en enfrentarse a temperaturas negativas de dos dígitos un día sí y otro también provoca situaciones de pánico. Sobre todo a la hora de planificar la vida en Suecia desde España, pensando en el tipo de ropa que tendrás que vestir, qué ropa necesitarás comprar para estar preparado y qué ponerte para sobrevivir al frío.

Algo que mucha gente suele olvidar es que dentro de los edificios la temperatura es normal, como en cualquier edificio de oficinas de España. Por tanto el reto consiste en combinar prendas de ropa que te ayuden a soportar el frío de la calle sin que te ases en tu lugar de trabajo. Mi consejo en prendas de vestir es:
  • Zapatos: botas para la calle y otro par de zapatos para la oficina
    En Suecia es muy habitual que durante los meses de invierno cada trabajador tenga en la oficina un par de zapatos exclusivamente para trabajar. Cuando tienes 20 centímetros de nieve en la calle es evidente que necesitas un calzado especial para moverte por la ciudad: botas para nieve. El problema es que las botas de nieve no combian bien con un traje por lo que si tienes una reunión necesitarás tener a mano otro par de zapatos. Además, tus botas llegan a la oficina caladas por lo que convien dejarlas a secar en algún sitio en vez de pasearse con ellas por la oficina. Por tanto si trabajas en Suecia tendrás que equiparte con el calzado para ir de casa al trabajo y vuelta, y unos zapatos normales para dejarlos en la oficina los meses de invierno.
  • Calcetines/medias: hasta la rodilla (ellos), a prueba de balas (ellas)
    Para evitar que el frío se meta por debajo del pantalón o de la falda es necesario protegerse a conciencia. Por eso es necesario taparse bien, con una franja de seguridad bien amplia donde el pantalón o falda se superpongan a los calcetines o medias. En mi caso compré seis pares de calcetines de nylon hasta la rodilla en Calzedonia que funcionan a las mil maravillas
  • Ropa interior: tampoco hay que exagerar
    Suecia es un país frío, pero no es el corazón de Rusia o de Polonia donde los inviernos de clima continental extremo se convierten en una pesadilla. Aquí hace mucho frío, pero no hace falta comprar ropa interior especial. Nada de calzoncillos hasta los tobillos, con la ropa interior que compras habitualmente en España vale.
  • Pantalones/faldas: el grosor importa
    Como he dicho antes, no hay que exagerar. Eso sí, cuando aprieta el frío conviene tener a mano unos pantalones de pana, que son aceptables en un entorno business casual y abrigan más que la media. Si necesitas vestir traje sí o sí, entonces mi consejo es que te compres un traje para invierno, ya que estos trajes son más gruesos de lo normal y te permiten sobrevivir en la calle si que luego te de un soponcio en la oficina.
  • Camisa o camiseta: ¡camisa y camiseta!
    Aunque no conviene pasarse con la técnica de la cebolla, sí es cierto que cuantas más capas lleves más abrigado estarás. Por tanto si habitualmente usas camisa para trabajar, ponte una camiseta de manga corta debajo. Por 10 euros tienes 2 camisetas blancas en H&M, problema solucionado. Si en tu oficina puedes vestir más casual y te gusta ir en camiseta o en polo, más de lo mismo: ponte otra camiseta debajo.
  • Jersey: protégete el cuello
    Si no sueles llevar bufanda, un jersey de cuello alto es obligatorio. Aquí la garganta sufre mucho y si no la proteges te arriesgas a resfriarte una semana sí y otra también. En cuanto al material del jersey, no hace falta llevar un jersey de lana todos los días; los jerseys de algodón que puedes encontrar en un Zara en España son suficientes.
  • Abrigo: la primera línea de defensa
    El abrigo sí es crucial. Cuando el frío aprieta no valen medias tintas: o abrigo de cuerpo entero o abrigo para ventisca, de los que llevan los esquiadores. El primer tipo de abrigo es más elegante pero protege un poco menos del frío, aunque a cambio llega hasta casi las rodillas con lo que termina protegiendo más de lo que parece. El segundo tipo es una elección evidente. Sólo llega hasta la cintura, pero ofrece protección total. Si prefieres este tipo de abrigos es mejor comprarlo en Suecia porque aquí encontrarás más variedad y más protección que en cualquier tienda española, incluso en tiendas de deportes especializadas.
  • Bufanda y guantes: sí, por supuesto
    Una bufanda, o cualquier otro artefacto que proteja tu cuello, es imprescindible. Si no llevas jersey de cuello alto necesitas una bufanda para evitar que tu garganta sufra y tener una tos de camionero al día siguiente. En cuanto a los guantes, obligatorios si no quieres que se te queden los dedos como carámbanos; pocas cosas hay más desagradables que perder la sensibilidad en las manos.En circunstancias normales las bufandas y los guantes que compres en España serán suficiente protección.
  • Gorro: chaval, no te queda otra
    El 60% del calor corporal se pierde por la cabeza, asi que más te vale levar gorro. Si tienes una buena mata de pelo podrás optar por gorros finos, pero siempre gorro. Si tienes poco pelo o lo llevas muy corto, entonces tal vez necesites comprarte un gorro estilo ruso.
En definitiva, hay que prepararse para el frío pero sin exagerar. No tendrás que ponerte tres pantalones uno encima del otro o llevar el pijama debajo de la ropa normal. Pero sí será necesario abrigarse. Al fin y al cabo, en una ciudad tan cosmopolita como Estocolmo que cuenta con una red de metro muy eficiente el tiempo que pasarás voluntariamente en la calle serán los escasos minutos que tardes en llegar de tu casa a la parada de metro y de la parada de metro al trabajo.

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lunes, 14 de noviembre de 2011

Las entrevistas de trabajo en Suecia y Estocolmo

Uno de los mayores shocks que puede tener un español en Suecia es durante una entrevista de trabajo. Si no sabes cómo va la cosa, probablemente el formato de la entrevista te coja con el pie cambiado y termines por hacer o decir cosas de las que te arrepentirás más adelante.

En Suecia se cuida mucho el entorno laboral, procurando que los empleados gocen de ventajas que en países como España pueden ser impensables: seguro médico y dental gratis, una asignación fija para practicar deporte y gastos en artículos deportivos, masajes, posibilidad real de trabajar algunos días desde casa… Esta concepción agradable y amistosa del mercado laboral se extiende a las entrevistas de trabajo y choca frontalmente con el formato español, mucho más agresivo.

¿Qué hable de mi? Así, de buenas?
El peligro estriba, por tanto, en que una entrevista de trabajo en Suecia puede parecer mucho más informal de lo habitual. Seguramente durante los primeros quince minutos de la entrevista tendrás que hablar de quién eres, de tu pasado, tus hobbies… Si en España te hacen este tipo de preguntas estarás a la defensiva, esperando en cualquier momento una pregunta trampa donde el entrevistador se abalance sobre ti a sacar los trapos más oscuros de tu pasado. Aquí no tienes que preocuparte por eso; conocer a la gente es parte de la entrevista laboral y el personal de recursos humanos valora mucho el tipo de respuestas que se den en esta sección, por lo que mi consejo es: ¡no te cortes! Habla con confianza de quién eres y de lo que te gusta hacer, de tus sueños, tus hobbies y tus aspiraciones.

El grupo es lo primero
Culturalmente Suecia es un país poco individualista, y eso se refleja tanto en la cultura empresarial como en el perfil de trabajador tipo. En Suecia es mucho más importante la contribución que puedas realizar al grupo que tus logros individuales. Ser capaz de trabajar en equipo tiene una importancia capital, y un excesivo individualismo puede ser razón suficiente para ser rechazado. Esto contrasta mucho con España donde los logros individuales tienen un valor muy importante y no el rol secundario que tienen en Suecia.

¡Cuidado, sigue siendo una entrevista de trabajo!
Como este formato de entrevista no es el tercer grado al que estás acostumbrado corres el riesgo de relajarte demasiado. No olvides que estás en una entrevista de trabajo, por lo que las reglas de juego básicas siguen en pie: tienes que mostrar interés por la compañía, dar lo mejor de ti mismo y demostrar tu conocimiento sobre la empresa. En definitiva, tienes que hacer ver que eres el candidato idóneo para el puesto. Un Español puede bajar demasiado la guardia y terminar diciendo algo que termine por completo con la posibilidad de conseguir el trabajo.

No saques tú el tema del salario
A menos que el la oferta de trabajo esté 100% relacionada con ventas, no es recomendable ser el que empiece hablar del salario. En Suecia está muy mal visto, probablemente porque se da por sentado que cualquier empresa va a ofrecer un salario muy decente, acorde con las responsabilidades del puesto de trabajo. Es totalmente correcto preguntar por la posibilidad de una revisión de contrato más adelante si se cumplen los objetivos o si contribuyes de forma sobresaliente a los resultados de la empresa, pero no negocies tu salario a menos que sepas que te necesitan a ti y solamente a ti. Si lo haces estás dejando ver que tu única motivación es el dinero, con lo que el personal de recursos humanos te colocará automáticamente en la casilla de los individualistas/egoístas, y como ya he explicado más arriba eso es lo peor que puede pasarte en una entrevista laboral en Suecia.

De cualquier modo, una entrevista de trabajo es una entrevista de trabajo. En España, en Suecia y en la cochinchina. Por eso una vez que conoces la cultura del país donde vives probablemente el mejor consejo que te pueda dar es el suguiente: confía en tu sentido común.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Shock cultural: colas por doquier

Esta afirmación se presta a chistes fáciles, pero no por ello deja de ser cierta: a los suecos les encantan las colas. Esto es, en Suecia harás colas para todo, no importa la hora, el lugar ni el motivo. De hecho, si ves a un sueco esperando en la parada de autobús, está haciendo una cola de una sola persona lo parezca o no. Y más te vale situarte detrás suyo o al menos en una poslición tal que quede claro que él va antes que tú. Parece que los suecos son igual de maníáticos del orden que los alemanes, o incluso más. Ni esquí de fondo, ni fitness: hacer cola es el deporte nacional, y está todo tan organizado que probablemente tengas que coger un número y esperar en los sitios mas insospechados. Esta manía por el orden puede deparar a un extranjero situaciones insospechadas como:
  • Entras a un banco y no hay nadie. Te acercas al mostrador, das los buenos días y comienzas a hablar sobre las gestiones que quieres realizar. La cajera te mira con cara de “no te estoy prestando la más mínima antención” mientras te dice que tienes que coger un número. Es entonces cuando a) miras en derredor para cerciorarte de que en el banco sólo estás tú y los trabajadores, b) vuelves a mirar a la cajera para asegurarte de que habla en serio y c) coges número porque no te queda otra.
  • Entras a una tienda de telefonía y no hay nningún cliente. En los diez segundos que tardas en acercarte al mostrador, entra alguien detrás de ti. Mientras preguntas al dependiente el precio de una tarjeta SIM de prepago, escuchas la musiquita de “número XX” y ves cómo el dependiente pasa olímpicamente de ti y centra su atención en el caballero que acaba de sacar un número y que evidentemente ha entrado detrás de ti. Sintiéndote tan impotente como Nicole Kidman al final de Los Otros, vas a por un número para adquirir el derecho a ser atendido.
  • Entras a una tienda dispensadora de abonos de metro. Coges número porque has aprendido la lección, y esperas religiosamente tu turno. Cuando te toca, buscas el número de mostrador correspondiente con la mirada y te encaminas hacia él. En los cinco segundos que tardas en acercarte el cajero ansioso ha pulsado el botón otra vez pasándole el turno al siguiente cliente que por arte de magia se materializa en el mostrador antes que tú. Lo has hecho todo bien y aún así no consigues tu objetivo: ser atendido. El dependiente te dice que lamentablemente se te ha pasado la vez y tendrás que coger número de nuevo. Le haces caso. ¿Qué vas a hacer si no?
Todas estas situaciones son verídicas, no he exagerado ni un ápice. Evidentemente tuvieron lugar durante el primer mes que pasé en Suecia. Aún así, todavía hay momentos en los que me falla la práctica y ocasiones en las que me sorprendo por hacer cola en un lugar donde no me lo esperaba.

¿Quién da la vez?
Sí, yo también lo he pensado: trastorno obsesivo-compulsivo. Para un dependiente sueco, un cliente que no haya sacado número es como un fantasma, un ser etéreo que no pertenece a este mundo y con el que no se debe establecer contacto a menos que lleve a cabo el ritual de pulsar un botón y coger un número, momento en el que ese ser translúcido pasa a pertenecer a la categoría de personas de carne y hueso con derecho a ser atendidos. ¿Exageración? Para nada. La capacidad de ninguneo de un dependiente sueco a cualquier cliente que no tenga número es infinita.

Por supuesto, las colas siempre requieren coger número. Olvídate del castizo “quién da la vez”, en este país hacer cola sin emplear una forma escrita de confirmación (un papel con tu número) se consideraría sacrilegio, y puede que te encarcelen por alteración del orden público.

La creencia más extendida es que en Suecia se hacen muchas colas porque los suecos son fanáticos del orden. Yo he desarrollado una explicación mejor: sin orden y colas la sociedad sueca se hundiría en el caos y la anarquía. La mejor demostración es el metro de Estocolmo, el unico lugar de Suecia que conozco donde no se hacen colas. Acceder a un vagón de metro es una auténtica locura, y en hora punta la gente lucha por colarse delante de ti como si el vagón de metro fuera el último bote salvavidas del Titanic. Da igual que el vagón esté vacío, la gente ha activado el modo “metro en hora punta” por lo que la estación se ha convertido en un todos contra todos. Si extrapolas este comportamiento al resto de situaciones de la vida cotidiana, Suecia como país no duraría ni dos telediarios.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Shock cultural: El café y la fika

Probablemente sabes que en Suecia hace frío, mucho frío. Los inviernos son largos, oscuros y gélidos, y tradicionalmente los suecos han intentado hacer frente a este clima tan desagradable y calentar su organismo de diversas formas: dándole a la sauna casi a diario, ingiriendo cantidades ingentes de alcohol, comiendo golosinas como si las fueran a prohibir y/o bebiendo café sin parar. Estas medidas tienen diversos efectos colaterales:
  • las saunas combinadas con el frío exfolian de maravilla y convierten la epidermis de suecos y suecas en pura y perfecta porcelana
  • la ingesta de alcohol ocasiona problemas de salud, transtornos de comportamiento y termina siendo un problema de salud pública que obliga al estado a intervenir (Systembolaget)
  • el azúcar de las golosinas tendría que convertir a las suecas en gorditas con pinta de zampabollos, sin embargo conservan una figura de escándalo, no se cómo ni por qué
  • el café te pone como una moto y se convierte en una adicción: cada vez necesitas consumir más para que la cafeína te proporcione el chute de energía extra que buscas
Un efecto colateral más es que para bien o para mal estos cuatro hábitos se han incorporado a la cultura sueca de una u otra forma. Suecia no sería la misma sin sus saunas, su monopolio sobre la venta de alcohol, sus supermercados con paredes enteras dedicadas a chucherías o sus calles plagadas de 7-11s y similares.

Descafei…qué?
Conviene recordar que Suecia es el segundo país que más café consume por habitante, detrás de Finlandia. La media son cuatro tazas de café al día, y no estoy hablando de descafeinado. Aquí los cafés se beben con cafeína, si pides descafeinado lo normal es que te miren como a un bicho raro. En Suecia casi no existe el café descafeinado, para un sueco beber descafeinado sería como pedirse un BigMac sin carne.
Repito: cuatro tazas de café al día de media, contando niños y ancianos. En realidad, cualquiera que trabaje en una oficina beberá entre seis y ocho cafés al día, una salvajada. Para un español esto son cifras inalcanzables, al cuarto café estaríamos en una cama de hospital con una taquicardia de caballo. Un problema adicional para un extranjero es que la vida empresarial gira en torno a la máquina de cafés. Ir a por café es la excusa perfecta para una reunión de entre cinco y diez minutos donde se intercambien ideas y pareceres y se hace team-building. Tu problema como español es que no puedes seguir el ritmo, y tal vez te ven como un antisocial y un bicho raro por no beber café  

El café, parte central de la vida empresarial
En el caso del café su importancia cultural y empresarial se ha visto reforzada por la “merienda”, más conocida como fika. Por si estas visitas a la máquina de cafés no fueran suficiente, los suecos gustan de celebrar fikas de cuando en cuando, meriendas donde se bebe café acompañado de bollería variada (cinnamon rolls, conocidos coloquialmente como fikabrod o pan de fika). Lo habitual es que haya por lo menos una fika por semana, pudiendo haber hasta una al día, donde se habla sobre el devenir de la empresa de una forma más coloquial y se aprovecha para relajarse un poco y estrechar lazos con tus compañeros de trabajo. La fika es uno de esos escasos momentos en los que los suecos socializan a gusto, probablemente porque incluyen dos cosas que les pirran: café y dulces.  

Mi consejo: si eres como yo y no te gusta demasiado el café (ni el té), procura acompañar a tus compañeros de trabajo a por café cada vez que te pregunten. Puedes limitarte a coger un vaso de agua, un chocolate caliente de la máquina, o hacerte un té si lo prefieres. Pero no te cierres en redondo. Otro aspecto diferencial de la cultura del trabajo en Suecia es que el grupo importa más que el individuo: tus jefes y compañeros apreciarán más tu trabajo si haces equipo que si estás sentado trabajando de sol a sol sin levantar la vista de tu monitor.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Salir de marcha por Estocolmo – Södermalm

La isla de Södermalm, situada al sur del casco histórico de Estocolmo (la isla de Gamla Stan), es junto con Stureplan-Östermalm la zona de marcha más popular de Estocolmo. El ambiente en esta zona no es tan exclusivo como Stureplan: hay de todo. Es posible encontrar locales de ocio similares a los que encontrarás en Stureplan, pero lo habitual es que tanto los bares como la gente tenga un perfil más alternativo y variado, en muchos casos tirando a hipster. Por norma general en los locales de ocio de esta zona se podrá escuchar música en directo, incluso algunos de los más grandes traen a figuras internacionales del panorama musical. En el fondo esto es lo que le pega a esta isla, lugar de residencia de cualquier sueco que se considere bohemio o sofisticado.
La zona principal para salir de marcha discurre por la calle Gotgatan, principalmente desde la parada de metro de Slussen (al norte) hasta la parada de Medborgaplatsen (justo en el centro de la isla). Cerca de esta arteria principal se pueden encontrar muchos locales, aunque también hay otros situados más lejos a los que vale la pena ir.

Algunos de los sitios más populares y concurridos en Sódermalm son:
·   Bonden Bar. Un local muy chic que abre hasta las tres de la mañana, situado muy cerca de Medborgaplatsen. Muy buena opción si se busca salir un fin de semana de marcha pero sin pretender quedarse hasta las tantas.
·   ???? Este local, situado en la misma calle que el Bonden Bar, es difícil de encontrar porque se encuentra en un subterráneo y la entrada no está prácticamente indicada. Juraría que no tiene nombre ni nada en la puerta, de ahí los signos de interrogación. Una vez pasamos el susto inicial de “donde nos hemos metido” y hemos bajado una precaria escalera de caracol, llegamos a un amplio bar subterráneo. Además de sentarte tranquilamente a tomarte una cerveza, puedes jugar al pinball, ping-pong, petanca, futbolín y billar. Tienen incluso tres máquinas recreativas originales con tres de los primeros videojuegos jamás creados: Pong, Pac-Man y Space Invaders. Un lugar ideal para un fin de semana de colegueo.
·   Strand. Situado en Hornstull Strand, este amplio local suele celebrar conciertos de bandas de renombre (en el último mes han tocado Yelle y Digitalism por ejemplo), y el resto de días es un bar muy espacioso y agradable donde se puede hacer de todo: jugar, bailar, beber…
·   Marie Laveau. Como muchos otros lugares de ocio de Estocolmo, Marie Laveau tiene dos ambientes distintos: la planta baja, con música pop o soft house y de ambiente más “fino”, y el sótano, con música electrónica y un ambiente más desenfadado. Si entras antes de las 23.00 no tendrás que pagar entrada. Después son 100 SEK, y podrás estar de fiesta hasta las tres de la mañana.
·   Huset Under Bron (Tradgarden). Sí, como su propio nombre indica esta discoteca se encuentra debajo de un puente, más concretamente debajo del puente que une Södermalm con Hammarby Sjöstad. Funciona sólo en verano, y es un buen sitio para ir a escuchar música electrónica. La pega es que no es fácil encontrarlo sin smartphone, porque a medida que te alejas de la parada de metro de Skanstull te parece que alguien te ha tomado el pelo. Sí, está en un lugar un poco inhóspito, pero a cambio no hay vecinos a los que molestar y puede abrir hasta las cinco de la mañana.
·   Debaser Slussen. Situado el la exclusa que separa Gamla Stan y Slussen, esta discoteca es uno de los lugares favoritos para salir en verano, porque cierra relativamente tarde (a las tres de la mañana) y tiene una zona de terraza muy amplia. Además, todas las semanas hay conciertos.
·   Debaser Medis. Pertenece al mismo grupo que Debaser Slussen, por lo que sigue la misma filosofía: combinar días de concierto con días más rutinarios para buscar que el local se llene siempre. Es un local muy espacioso, situado en plena Medborgaplatsen, y como muchas discotecas de la zona cobra entrada a partir de las 23.00.
·   Mosebacke. En verano hay tortas por coseguir una silla en cualquiera de las dos terrazas situadas en la plaza de Mosebacke. Además de ofrecer unas vistas espectaculares de Gamla Stan, Skeppsholmen y Djurgarden, es de los pocos sitios de Estocolmo donde te pueden servir jarras de litro y medio de cerveza (casi 200 SEK). Es muy popular para afterworks, por lo que lo habitual es que esté lleno desde las cinco de la tarde.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Españolas ligando en Suecia – como echar el lazo a un sueco

Una de las conversaciones recurrentes que tengo con mis amigos versa sobre las relaciones suecos VS extranjeros y cómo ligar en Suecia. En un post anterior ya comenté que la creencia general es que siendo extranjero partes con ligera ventaja, en este post recojo parte de las conclusiones a las que llegué hablando con mis amigas foráneas sobre el tema, con algunos consejos muy útiles:
  • Tendrás que cambiar el chip 
    En muchos otros países, desde España hasta Estados Unidos pasando por Alemania, Francia, Italia… la mujer es la que espera viendo cómo el hombre la corteja. Aunque una mujer puede tomar la iniciativa de vez en cuando, el hombre es el que tiene que demostrar su interés, esforzarse y arriesgarse. Aquí lo cosa no funciona así. Si una mujer le echa el ojo a un sueco no puede limitarse a esperar a que el sueco se lance a por ella. Si lo hace verá como antes de que eso ocurra una sueca se abalanzará sobre tu objetivo y se llevará el gato, tu gato, al agua. No importa que partas con ventaja por ser extranjera y exótica, un sueco va a lo fácil, si es a tiro hecho mejor que mejor. Conclusión: los suecos no se esfuerzan, no lo necesitan.
  • Necesitarás adaptarte a su poco “tacto” social  
    En Suecia no se estila usar wingmen ni nada parecido: si has conseguido el increíble hito de que un sueco de el primer paso y se ponga a hablar contigo no debe extrañarte que se medio abalance sobre ti sin refuerzos aún cuando estás hablando con tu grupo de amigas. No te asustes, no es un pesado ni un salido: los suecos en general no entienden de sutilezas y no tienen ningún problema en dejar a sus amigos con un palmo de narices si ven a una chica que les puede interesar. El principal problema es que en una situación normal los suecos no dan este paso, necesitan armarse de valor, o lo que es lo mismo ingerir ingentes cantidades de alcohol, para decidirse a salir de su burbuja y hablarte. El resultado es que una foránea tendrá la impresión de que el susodicho sueco es un borracho pesado y no un chico interesante. Este punto refleja uno de los principales problemas de la cultura sueca: aquí no se bebe para socializar, se bebe para emborracharse. Y según me comentan mis amigas no hay nada peor que tener que aguantar a un borracho dándote la brasa. Conclusión: los suecos necesitan beber para ligar.
  • Deberás prepararte para llevar el peso de la conversación  
    Si milagrosamente has conseguido que un sueco reúna el valor de acercarse y hablar contigo sin que vaya como una cuba, no lances las campanas al vuelo, aún tendrás que sufrir un poco más. En estas situaciones los suecos demuestran una timidez galopante y una falta absoluta de habilidades sociales: no tienen conversación. Muy pocas veces se ven en la tesitura de tener que hablar durante cierto tiempo con una chica para mostrar su interés y su valía, normalmente se limitan a la táctica te invito-me invitas-te-invito-en tu casa o en la mía, o van borrachos y no se enteran. Conclusión: te parecerá que estás hablando con una piedra.
  • Tendrás que aceptar que la caballerosidad brillará por su ausencia  
    Una de las quejas constantes que tiene las suecas es que la caballerosidad ha desaparecido en Suecia, probablemente por culpa de una concepción errónea de la igualdad. No esperes que tu cita te abra la puerta del restaurante y te deje pasar primero: corres el riesgo de llevarte un portazo en las narices. Tampoco esperes que a un sueco se le pase por la cabeza pagar la cena: cogerá la cuenta, su tarjeta de crédito y le dirá al camarero que se cobre su parte. Tampoco verás el “baile” para pagar la cuenta (yo pago, que no que pago yo, venga que me toca a mi, no hombre no…), como se te ocurra decir “pago yo”, pagas tú. De regalos esporádicos y detalles ya ni hablamos: a los suecos no se les pasa por la cabeza realizar regalos espontáneos, ni que una mujer valora esas pequeñas muestras de aprecio. Simplemente, no entienden este concepto. Si mencionas la palabra caballerosidad lo más probable es que el sueco te mire con cara de besugo, como si no supiera el significado de esa palabra. Conclusión: la igualdad ha matado a la caballerosidad.
Todos estos problemillas terminan por desalentar a muchas extranjeras, por lo que no es extraño que prefieran salir y relacionarse con otros foráneos. Si de verdad quieres cazar a un sueco, tendrás que armarte de valor y hacer frente a todos estos obstáculos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Noviembre en Estocolmo – Winter is coming

Algo que sabes a ciencia cierta sobre Suecia en general y Estocolmo en particular es que en invierno hace un frío de cojones. Si tienes pensado irte a vivir a Suecia por cualquier motivo, seguramente el invierno sueco es lo que más temas. Habrás escuchado que la nieve se apila por las calles, que el invierno dura meses enteros y que las temperaturas bajan hasta veinte o veinticinco grados bajo cero. Vamos, que a menos que hayas nacido y vivido en Molina de Aragón (-27º C, no está mal) el invierno sueco será para ti una especie de apocalipsis de nieve y oscuridad. 
Lo cierto es que la ciudad está muy bien preparada para afrontar inviernos demenciales. Las calles están practicables por mucho que nieve, el transporte público funciona con normalidad a menos que las temperaturas bajen de -20º C (por cuestiones técnicas el metro no funciona bien a temperaturas tan bajas), los locales y las viviendas están preparados para afrontar estas temperaturas y la sociedad en general se ha adaptado a estas condiciones climáticas. La clave consiste en sobrevivir el primer invierno: una vez que te has enfrentado a un invierno sueco y has salido victorioso, los demás inviernos ya te parecen casi rutinarios. Es una guerra de desgaste, donde el enemigo utilizará técnicas rastreras para minar tu moral como por ejemplo:
  • El cambio de hora en octubre. Justo cuando el frío empieza a apretar y por si no tuvieras bastante con llevar gorro y guantes en octubre, tienes que ajustar los relojes y retrasarlos una hora. Parece poca cosa, pero el shock de que anochezca a las 16.30 puede ser más grave de lo que parece.
  • El hielo. El verdadero enemigo en invierno no es la nieve, es el hielo. La nieve suele ser agradable, te la quitas del abrigo sin problemas, no cala y no molesta a la hora de andar. El hielo es un enemigo invisible que convierte las aceras en trampas mortales para españoles desprevenidos. A los suecos no les molesta, he llegado a ver mujeres suecas andar sobre placas de hielo con tacones de aguja como si nada mientras yo luchaba por evitar abrirme la cabeza a cada paso.
  • La noche eterna. Aunque Estocolmo no se encuentre en el círculo polar ártico, durante dos meses tendrás seis horas de luz escasas al día. Normalmente pasarás esas seis horas estudiando o trabajando, por lo que siempre que estés por la calle será de noche. Un día tras otro tras otro. Según parece el impacto psicológico de la falta de luz es lo realmente terrible de estos inviernos, ya que incluso modifica el comportamiento de la gente. Parece inaudito, pero muchos suecos afirman que el mes más duro es noviembre, porque es ya pleno invierno, aún no ha nevado, y por lo tanto las horas de luz son más oscuras al no contar con el reflejo del sol en la nieve. Los que venimos de países mediterráneos, en cambio, pensamos que febrero es la auténtica pesadilla.
  • El metro parado a -25º C. Levantarte y ver que la temperatura en la calle es de -25º C es un shock de por sí. Armarte de valor y salir a la calle hasta la parada de metro más cercana es un acto heroico. Llegar y ver que los andenes están llenos y que el siguiente tren no llega hasta dentro de media hora es una broma pesada. A mi me tocó sufrirlo en enero de 2010, y tuve que andar/correr 15 minutos a -25º C porque llegaba tarde a mi examen de Corporate Finance. Afortunadamente el cabreo por el mal funcionamiento del transporte público me provocó un chute de adrenalina y calorías que compensó el frio terrible que hacía.
  • Parece que no termina jamás. A finales de marzo empiezas a ver la luz al final del túnel: las temperaturas suben poco a poco, se nota que los días son más largos y la capa de nieve comienza a desaparecer. ¿Ha terminado el invierno? ¡No! Abril aún esconde algunos ases bajo la manga. El golpe psicológico definitivo es ver que un quince de abril, con las calles totalmente limpias de nieve, comienze a nevar otra vez. Y no son cuatro copos, es una nevada en condiciones. Levantarse de la cama ese día y ver otra vez todo blanco hace que caigas de rodillas gritando ¡NOOOOO!
Esto es lo que te vas a encontrar si te mudas a Suecia. Como he dicho no es para tanto una vez que te preparas mentalmente para la que se avecina, lo único que tienes que hacer es ser consciente de que el invierno aquí dura seis meses, que algunos días las vas a pasar canutas y que aunque no lo parezca el invierno sí tiene fin.Eso sí, un año tras otro en octubre prepárate porque... Winter is Coming!

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lunes, 31 de octubre de 2011

Salir de marcha por Estocolmo – Stureplan


Stureplan es la zona de marcha por excelencia en Estocolmo. No sólo porque se encuentra en un área muy céntrica, elegante y bien comunicada de la ciudad, ni porque el centro de referencia sea una plaza original con una costrucción en forma de seta, sino porque los locales de marcha de Stureplan son lo más in, por donde sale lo más de lo más en Estocolmo. Si te gustan los ambientes donde se respira elegancia y sofisticación según unos, o pijerío y mamarrachez según otros, Stureplan es tu zona para salir un fin de semana. Su ambiente elitista tiene seguidores y detractores, y definitivamente no deja indiferente a nadie.
 

La arteria principal de esta zona de marcha es la calle Birger Jarlsgatan, con el parque de la Biblioteca Real como límite norte y Strandvagen como límite sur. Entre ambos puntos se encuentran trescientos metros escasos plagados de locales de ocio. Los fines de semana hordas de suecos luciendo pantalones rojos (ellos) y tacones de infarto (ellas), bien acicalados, perfumados y divinos (ellos y ellas) invaden las calles, aguantando a porteros arrogantes (una tónica en los locales de esta zona) en espera de poder lucir palmito en el club de turno. Lo habitual en estos lugares de ocio, además de contar con los ya mencionados porteros dándoselas de importantes, es exigir entrada. Y por entrada quiero decir dinero. Así por las buenas, entre 100 y 200 SEK. Sin consumición ni nada. Porque ellos lo valen. Hay excepciones, por supuesto: unos pocos locales no cobran entrada y no obstante siguen siendo cool. En lo que a los porteros se refiere, no. Todos los locales cuentan con su cuota de bouncers con aires de grandeza.

viernes, 28 de octubre de 2011

¿Y cómo se paga en Suecia, qué moneda se usa?

Dejemos algo claro desde el principio: la moneda de curso legal en Suecia no es la corona sueca (Swedish Kronor, SEK), es la tarjeta de crédito. En este país es posible estar meses sin utilizar efectivo porque puedes pagar con tarjeta en todas partes: en la universidad, en la cafetería, en el supermercado, en el Systembolaget… Da igual que el importe a pagar sean 2000 SEK o 20 SEK, tu tarjeta de crédito vale. Por lo tanto, una de las primeras cosas que tienes que hacer si te mudas a Suecia para estudiar o trabajar es abrir una cuenta corriente en un banco sueco.


Las moneda de curso legal en Suecia

Volviendo al dinero en metálico, la moneda que se utiliza se conoce como corona sueca. Aunque Suecia forme parte de la Unión Europea, el Euro fue rechazado en un referéndum en 2003, de modo que Suecia conserva su propia moneda y el banco central de Suecia mantiene el control sobre la política monetaria del país. En cuanto a monedas y billetes, podemos encontrar:

  • Monedas: 1, 5 y 10 SEK
  • Billetes: 20, 50, 100, 500 y 1000 SEK
Como podemos observar, el rango de moneda utilizada es inferior al que emplea el euro. Si realizamos el cambio aproximado 10 coronas = 1 euro, vemos que la moneda más pequeña equivale a 10 céntimos de euro, mientras que el billete más grande equivale a 100 euros. Tiene sentido que no haya billetes de 2000 o 5000 coronas porque para cantidades tan elevadas siempre se utiliza la tarjeta de crédito. Por el lado de los céntimos se ha buscado maximizar el redondeo y evitar que el monedero se llene de calderilla. Hace un año había otra moneda en circulación por valor de 5 céntimos de euro, pero el banco central decidió retirarla de circulación.


¿Cuál es el tipo de cambio?

Ahora mismo el cambio se sitúa en 10 coronas = 1.2 euros aproximadamente. Aunque el banco central sueco puede ejercer una política monetaria, como el 80% de las exportaciones suecas van a parar a países de la unión Europea la tasa de cambio se sitúa siempre cerca de 10 coronas = 1 euro. ¿Por qué? Si la tasa de cambio sube, como ocurre ahora, las exportaciones suecas se vuelven poco competitivas en Europa ya que su precio aumenta; por el contrario, si la tasa de cambio baja demasiado, los productos que Suecia necesita importar también se vuelven mucho más caros afectando negativamente al poder adquisitivo del ciudadano sueco.


¿Es mejor pagar en efectivo o con tarjeta?

Siempre con tarjeta. No sólo porque es más cómodo, sino porque evitas el redondeo. Una cosa que nunca he entendido en Suecia es que las ofertas en tiendas de cualquier tipo, desde un Lidl hasta un H&M, contenían cifras decimales que nunca se utilizan: céntimos de corona sueca. Ejemplo: oferta de pantalones en H&M por 99.90 SEK. Si pagas en efectivo, te cobran 100.00 SEK por el redondeo. Si pagas con tarjeta te cobran exactamente el precio indicado, 99.90 SEK. Lo mismo ocurre en un supermercado: la compra del día ha costado 187.64 SEK. Si pagas en efectivo te sale por 188.00 SEK. En cambio, pagando con tarjeta la compra te sale por 187.64 SEK.

Por si fuera poco, pagar con tarjeta es mucho más rápido. Al contrario que en España, donde pagar con tarjeta muchas veces es un suplicio, en Suecia pagar con tarjeta agiliza la compra una barbaridad. Desde que el cajero te dice el importe hasta que tienes el ticket de compra en la mano pasan menos de diez segundos.
El pago con tarjeta es habitual que te permite incluso dividir la cuenta del restaurante como gustes. Por ejemplo: si sales a cenar con tres amigos y todos queréis pagar con tarjeta, podéis pagar cada uno lo vuestro o dividir la cuenta entre los que seáis y pagar a escote. Esto en España todavía ni se concibe.


Resumiendo: aunque la moneda sea la corona sueca, la tarjeta de crédito manda. Todo el mundo utiliza la banca online, pagas tus impuestos a través de internet, abonas tus compras diarias con tarjeta... En definitiva, si no tienes tarjeta de crédito en Suecia, no eres nadie.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Un español ligando en Suecia – compitiendo con los suecos


Cuando un español llega a Suecia, una de las primeras preguntas que se hace es ¿aquí como se liga, compitiendo con el producto nacional? Aquí van algunas indicaciones sobre los puntos fuertes y los puntos débiles que un español cualquiera tendrá en este país, para que sepas qué cualidades explotar y qué cualidades necesitas mejorar para triunfar en la Stockholm’s Nightlife.

A tu favor jugarán:
  • La apariencia. Afrontémoslo: lo exótico gusta. En españa las suecas, altas, rubias, blanquísimas y despampanantes, han sido objeto de deseo desde los años 60 y las películas del destape. Si en España gusta el tipo nórdico, allí gusta el mediterráneo. Pelo oscuro, ojos oscuros, piel más tostada, pelo en pecho (sin pasarse, claro)… Muchos suecos se han vuelto demasiado metrosexuales, y las suecas se desviven por un “macho ibérico” :D
  • El idioma. Si estás con más españoles, seguro que hablas en español (es lo que hacemos, somos así). Eso implica que hablarás más alto (sí, hablamos a voces) y la gente se dará cuenta de que eres español. La cultura española tiene buena prensa en los países escandinavos, así que al menos tendrás garantizada la atención del sexo opuesto y una buena cantidad de temas de conversación, como por ejemplo por qué te niegas a preparar sangría en un país como Suecia.
  • El acento. Si tu nivel de inglés es aceptable, lo más probable es que aún así conserves un ligero acento español, muy reconocible cuando todo el mundo en el país habla inglés con un acento determinado y distinto al tuyo. Como indico en el puto anterior, lo exótico gusta..
  • El alcohol. Las bebidas alcohólicas forman parte de la cultura española, por lo que un español está acostumbrado a beber socialmente. Un español bebe para socializar, entre amigos, para pasárselo bien. Por el contrario, un sueco bebe para emborracharse. Punto. Probablemente es un remanente cultural de principios del siglo XX, cuando las empresas suecas pagaban a sus empleados con dinero y con vodka.
  • La sociabilidad y caballerosidad. En general los suecos son más bien fríos y pasotas, y esto se refleja en las relaciones con el sexo opuesto. La caballerosidad brilla por su ausencia: no sujetan las puertas, no invitan a sus citas a cenar, no tienen gestos con su pareja… Aunque las suecas tengan fama de independientes y feministas, no quiere decir que no aprecien un gesto de caballerosidad de vez en cuando ni que no les guste que les traten bien.

En contra vas a tener:
  • El idioma sueco. Aunque el idioma español guste, las suecas en general no hablan español más allá de “una servesa por faguor”. Algunas no hablan inglés súper bien. Por supuesto se sienten mucho más cómodas y seguras hablando su lengua materna, por lo que no hablar sueco limitará un poco tus opciones: cuando no hablen directamente contigo, las suecas pasarán automáticamente a su idioma, con lo que no te enterarás ni del NO-DO y te será difícil seguir el hilo de las conversaciones.
  • El físico. Vale, los suecos son demasiado metrosexuales. Pero siguen siendo suecos. Eso quiere decir que serán rubios, altos, atléticos y en el caso de estocolmo unos fanáticos del gimnasio y el ejercicio. El tema de la altura es especialmente preocupante: en general una mujer prefiere a hombres más altos que ella, y como las suecas no son precisamente bajitas puede que esto nos limite las opciones.
  • La cultura del ligue. En España nos hemos acostumbrado a invertir mucho tiempo y esfuerzo para conseguir a la mujer que queremos, porque nos lo ponen difícil. Hay que estar días “a pico y pala” e ir poco a poco, diseñando la estrategia con precaución. En Suecia es totalmente distinto y mucho más aleatorio. Te acercas, hablas, le invitas a una ronda, te invita a otra ronda y después de un rato ya lo tienes hecho. Un español tarda en acostumbrarse, las primeras veces piensas “un momento, esto es demasiado fácil… aquí hay gato encerrado”. Años y años de condicionamiento jugarán en tu contra, y tu instinto se volverá en tu contra en muchas situaciones.

Resumiendo: si eres extranjero (español), atento y sabes hablar con las mujeres ya partes con ventaja. ¡No la desaproveches!

lunes, 24 de octubre de 2011

La vivienda en Estocolmo: pesadilla sin fin (vivienda de alquiler)


Como ya expliqué en el post sobre las penalidades de conseguir una vivienda libre enEstocolmo, el mercado de la vivienda se enfrenta a varios retos: una limitación artificial de la oferta, un control de precios absoluto por parte de las autoridades y un sistema público de adjudicación de pisos con graves errores de concepto que parece diseñado para evitar que los extranjeros puedan comprar una vivienda. Todo este caos provoca un efecto contagio en la vivienda de alquiler y da lugar a situaciones dantescas. Las dificultades para conseguir una vivienda en alquiler son los siguientes:

Punto 1: Estructura de timo piramidal. Los propietarios de una vivienda tienen derecho a alquilar su vivienda, un lease agreement, por períodos de hasta un año, con posibilidad de renovación. Estos alquileres están muy regulados por las autoridades, con el precio del metro cuadrado fijado de antemano dependiendo de la zona y el estado de la vivienda. Esto se debe a que los precios de la vivienda están incluídos en el cálculo de la inflación (no como en España), por lo que una variación de un 10% anual en el precio de la vivienda (lo hemos vivido en España, puede ocurrir) implicaría tal vez una inflación de un 5% interanual. Una burrada, vamos. Conseguir estos alquileres es muy complicado y suele requerir una extensa red social que te garantice contactar con la gente adecuada y buenas referencias. Lo habitual es tener que conformarse con un arrendamiento de segunda mano, un sublease agreement. En este caso es el alquilado quien pone la vivienda en alquiler, esquivando las limitaciones previamente indicadas y cobrando lo que le de la gana, habitualmente el precio normal por transferencia y el resto mensualmente en forma de dinero negro. Lo que me lleva al punto 2.

Punto 2: El mercado negro es la norma. Los arrendatarios de vivienda saben el chollo que tienen entre manos, y muchas veces buscan estrategemas para sacarse una buena pasta a costa de los indefensos mortales que tienen que encontrar un sitio donde vivir, aprovechándose por tanto de este sellers’ market que las autoridades han creado. La comunidad de propietarios de cada bloque de viviendas controla tanto los arrendamientos como los subarrendamientos, garantizándose el derecho de veto si los futuros inquilinos no son de su agrado o si las condiciones del contrato no cumplen determinados estándares. Todo esto está muy bien, pero sólo consigue que sobre el papel el contrato parezca normal. Fuera del mismo queda el sobreprecio real que estas rapaces cobran, en muchos casos haciendo que la mensualidad en negro iguale al precio pactado. Si firmas 4000 SEK en el contrato, puede que cada mes tengas que soltar otras 3000 SEK en negro. Evidentemente puedes ir a juicio, y te devolverán el dinero, pero eso requiere tiempo que no tienes. Además, en el fondo sabes que si estuvieras en su pellejo a lo mejor hacías lo mismo: aprovecharte de un sistema que hace aguas por todas partes.

Punto 3: Eres estudiante y extranjero? Buena suerte, chaval. Afrontémoslo, a los suecos les ponen las colas. Hacen colas para todo. Si el sistema de adjudicación de vivienda se basa en una cola, el de alquiler de habitaciones en residencias universitarias, controlado por el Stiftelsen Stockholms StudentBostäder (SSSB), no iba a ser menos. Por supuesto, los residentes en Estocolmo parten con ventaja. Mucha ventaja. El mecanismo para obtener un apartamento en alquiler es sencillo: por cada día que estés dado de alta en el SSSB ganas un punto, y cuando salen apartamentos a “subasta” se lo lleva el que más puntos tenga de entre todos los solicitantes. Como los residentes en Estocolmo pueden apuntarse desde que cumplen los 16 años y tú normalmente sabrás que vas a estudiar en Suecia con 6 meses de antelación como mucho, en la cola tus rivales tendrán casi 800 puntos cuando tu apenas llegas a los 200. ¿El resultado? Que para cuando puedas tener opciones reales de conseguir una habitación o apartamento por este sistema ya te habrás graduado.¿Que exagero? Echa un vistazo a mi experiencia personal.

Si tienes pensado estudiar en Estocolmo o vas a mudarte a Estocolmo por cualquier otra razón y estás empezando a buscar alojamiento, good luck with that.


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