Stureplan
es la zona de marcha por excelencia en Estocolmo. No sólo porque se encuentra
en un área muy céntrica, elegante y bien comunicada de la ciudad, ni porque el
centro de referencia sea una plaza original con una costrucción en forma de
seta, sino porque los locales de marcha de Stureplan son lo más in, por donde
sale lo más de lo más en Estocolmo. Si te gustan los ambientes donde se respira
elegancia y sofisticación según unos, o pijerío y mamarrachez según otros,
Stureplan es tu zona para salir un fin de semana. Su ambiente elitista tiene
seguidores y detractores, y definitivamente no deja indiferente a nadie.
La arteria
principal de esta zona de marcha es la calle Birger Jarlsgatan, con el parque
de la Biblioteca Real como límite norte y Strandvagen como límite sur. Entre
ambos puntos se encuentran trescientos metros escasos plagados de locales de
ocio. Los fines de semana hordas de suecos luciendo pantalones rojos (ellos) y
tacones de infarto (ellas), bien acicalados, perfumados y divinos (ellos y
ellas) invaden las calles, aguantando a porteros arrogantes (una tónica en los
locales de esta zona) en espera de poder lucir palmito en el club de turno. Lo habitual en estos
lugares de ocio, además de contar con los ya mencionados porteros dándoselas de
importantes, es exigir entrada. Y por entrada quiero decir dinero. Así por las
buenas, entre 100 y 200 SEK. Sin consumición ni nada. Porque ellos lo valen.
Hay excepciones, por supuesto: unos pocos locales no cobran entrada y no
obstante siguen siendo cool. En lo
que a los porteros se refiere, no. Todos los locales cuentan con su cuota de bouncers con aires de grandeza.