lunes, 14 de noviembre de 2011

Las entrevistas de trabajo en Suecia y Estocolmo

Uno de los mayores shocks que puede tener un español en Suecia es durante una entrevista de trabajo. Si no sabes cómo va la cosa, probablemente el formato de la entrevista te coja con el pie cambiado y termines por hacer o decir cosas de las que te arrepentirás más adelante.

En Suecia se cuida mucho el entorno laboral, procurando que los empleados gocen de ventajas que en países como España pueden ser impensables: seguro médico y dental gratis, una asignación fija para practicar deporte y gastos en artículos deportivos, masajes, posibilidad real de trabajar algunos días desde casa… Esta concepción agradable y amistosa del mercado laboral se extiende a las entrevistas de trabajo y choca frontalmente con el formato español, mucho más agresivo.

¿Qué hable de mi? Así, de buenas?
El peligro estriba, por tanto, en que una entrevista de trabajo en Suecia puede parecer mucho más informal de lo habitual. Seguramente durante los primeros quince minutos de la entrevista tendrás que hablar de quién eres, de tu pasado, tus hobbies… Si en España te hacen este tipo de preguntas estarás a la defensiva, esperando en cualquier momento una pregunta trampa donde el entrevistador se abalance sobre ti a sacar los trapos más oscuros de tu pasado. Aquí no tienes que preocuparte por eso; conocer a la gente es parte de la entrevista laboral y el personal de recursos humanos valora mucho el tipo de respuestas que se den en esta sección, por lo que mi consejo es: ¡no te cortes! Habla con confianza de quién eres y de lo que te gusta hacer, de tus sueños, tus hobbies y tus aspiraciones.

El grupo es lo primero
Culturalmente Suecia es un país poco individualista, y eso se refleja tanto en la cultura empresarial como en el perfil de trabajador tipo. En Suecia es mucho más importante la contribución que puedas realizar al grupo que tus logros individuales. Ser capaz de trabajar en equipo tiene una importancia capital, y un excesivo individualismo puede ser razón suficiente para ser rechazado. Esto contrasta mucho con España donde los logros individuales tienen un valor muy importante y no el rol secundario que tienen en Suecia.

¡Cuidado, sigue siendo una entrevista de trabajo!
Como este formato de entrevista no es el tercer grado al que estás acostumbrado corres el riesgo de relajarte demasiado. No olvides que estás en una entrevista de trabajo, por lo que las reglas de juego básicas siguen en pie: tienes que mostrar interés por la compañía, dar lo mejor de ti mismo y demostrar tu conocimiento sobre la empresa. En definitiva, tienes que hacer ver que eres el candidato idóneo para el puesto. Un Español puede bajar demasiado la guardia y terminar diciendo algo que termine por completo con la posibilidad de conseguir el trabajo.

No saques tú el tema del salario
A menos que el la oferta de trabajo esté 100% relacionada con ventas, no es recomendable ser el que empiece hablar del salario. En Suecia está muy mal visto, probablemente porque se da por sentado que cualquier empresa va a ofrecer un salario muy decente, acorde con las responsabilidades del puesto de trabajo. Es totalmente correcto preguntar por la posibilidad de una revisión de contrato más adelante si se cumplen los objetivos o si contribuyes de forma sobresaliente a los resultados de la empresa, pero no negocies tu salario a menos que sepas que te necesitan a ti y solamente a ti. Si lo haces estás dejando ver que tu única motivación es el dinero, con lo que el personal de recursos humanos te colocará automáticamente en la casilla de los individualistas/egoístas, y como ya he explicado más arriba eso es lo peor que puede pasarte en una entrevista laboral en Suecia.

De cualquier modo, una entrevista de trabajo es una entrevista de trabajo. En España, en Suecia y en la cochinchina. Por eso una vez que conoces la cultura del país donde vives probablemente el mejor consejo que te pueda dar es el suguiente: confía en tu sentido común.

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