lunes, 30 de abril de 2012

Las puertas en Suecia no están hechas para mancos

Hay abundantes diferencias entre España y Suecia, desde las más evidentes como el color de pelo de la población o las temperaturas mínimas en invierno hasta otras más sutiles como el número de velas por habitante o el tipo de pan preferido, pasando por otras como el tipo y número de establecimientos donde comprar alcohol o la cultura empresarial. Una de las diferencias más extrañas tiene que ver con las puertas. O mejor dicho, con el mecanismo de apertura de las puertas.

Todo el mundo que haya tenido que abrir una puerta en España sabe cuál es el mecanismo básico de este complicado artilugio: agarras el manubrio, presionas hacia abajo y tiras o empujas dependiendo del sentido de apertura de la puerta. Listo, “s’acabó”, mission accomplished. No tiene dificultad ninguna. ¿Qué eres un yakuza patoso y has perdido nueve dedos por ser un chapuzas en varias misiones de chantajes y extorsión? No pasa nada, mientras tengas un solo dedo en perfecto estado podrás abrir una puerta sin problemas.

¡Espera un momento! –Dirás- ¿Qué pasa con las puertas con cerradura o con pestillo? Pasa que no hay diferencia alguna. Serán necesarios algunos pasos previos como meter la llave en la cerradura o correr el pestillo, pero una vez realizados estos pasos nos encontramos con la situación original: el único obstáculo para abrir la puerta será el manubrio. En resumidas cuentas, hasta un manco puede abrir una puerta en España.

En Suecia, aunque parezca mentira, la cosa cambia. La gran mayoría de las puertas situadas en recintos públicos o a la entrada de recintos privados presentan una complejidad adicional: el pestillo. Sí, en España también hay muchas puertas con un pestillo, pero su propósito es distinto. En España girar y abrir la puerta son pasos consecutivos: antes de girar el manubrio hay que descorrer el pestillo. En Suecia estas dos acciones se superponen: para girar el manubrio es imprescindible estar descorriendo el pestillo al mismo tiempo, porque el pestillo vuelve automáticamente a la posición “cerrado” en el momento en el que dejas de agarrarlo.

¿Por qué las puertas funcionan así? No tengo ni la más remota idea, y los suecos a los que pregunto tampoco. ¿Que esta diferencia es una chorrada? Puede parecerlo, pero hay muchas ocasiones en tu día a día donde tienes la oportunidad de cagarte en la persona que tuvo la genial ocurrencia de diseñar un mecanismo que requiere usar las dos manos a la vez para abrir una puerta: cuando vas al sótano a hacer la colada tendrás que dejar la bolsa con la ropa sucia en el suelo, porque necesitarás las dos manos para abrir la puerta del cuarto de lavadoras. Cuando vuelves a clase después del recreo con tu café tamaño menú Big Mac gigante tendrás que pedirle a un compañero que te sostenga el vaso para poder entrar a clase. Cuando vayas a reciclar como todo sueco responsable tendrás que dejar todo en el suelo y pelearte con la puerta. Cuando vuelvas a casa cargado como una mula por cualquier motivo tendrás que hacer malabarismos para intentar abrir la puerta con un solo brazo, girando el pestillo con la mano y bajando el manubrio con el codo. Cuando tengas a un asesino sediento de sangre persiguiéndote tendrás que pararte a pensar cómo narices se abría la puerta y soltar tu arma de defensa (cuchillo/palo/plátano/matasuegras) para accionar el mecanismo de apertura.

Tener que girar el pestillo a la vez que se abre la puerta parece un detalle sin importancia, pero en la vida cotidiana este tipo de detalles sin importancia pueden convertirse en un verdadero engorro.

Actualización: resulta que este engorroso invento es típico de Estocolmo, no de Suecia. Vamos, que en otras ciudades suecas la gente sigue construyendo, instalando y usando las puertas como el resto del mundo civilizado. ¡Qué alivio!

2 comentarios:

  1. Hola, te puedo asegurar que en värmland son iguales. Siempre me he preguntado como haran los mancos, porque yo cuando vengo con el ninio en brazos me vuelvo loca.
    Es verdad que lo comentas y parece una tonteria, pero es tan dificil y ellos suelen ser tan practicos que extrania mucho.

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    1. Hola Lyra!

      Sí, es justo lo que dices. Con lo práctico que son los suecos y no se han dado cuenta de que si llevas un niño en brazos/vas con el carrito/llevas bolsas de la compra etc no hay quien abra las puertas!

      Al final en algunas he desarrollado (no sé muy bien cómo) un mecanismo para abrirlas con sólo un brazo, apoyando el brazo para girar uno abrir el otro con la mano.

      Gracias por tu comentario, un saludo!

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