lunes, 30 de julio de 2012

Junio en Estocolmo: más frío que en Navidad

Ahora que está a punto de terminar el verano sueco (sí, el verano no se extiende mucho más allá de la primera semana de agosto tal y como cuento aquí) es un buen momento para reflexionar sobre lo duro que puede llegar a ser el verano para alguien que ha nacido y vivido en climas más cálidos. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y como a mí no me gusta llenar el blog de fotos en vez de una imagen usaré un ejemplo reciente: el sábado 2 de junio de 2012 hizo más frío que el día de navidad, 25 de diciembre de 2011.

Sí señor, tal y como lo cuento. Aunque he de reconocer que este año el invierno en Suecia ha sido muy suave, un invierno suave en este país es como un invierno normalito en la Península Ibérica. Vamos, que la temperatura mínima rondaba los cero grados centígrados y la máxima no se acercaba a los diez. Así que os podéis imaginar el panorama que teníamos el dos de junio por aquí: cielos nublados, un frío de narices, lluvia a tutiplén y un cabreo generalizado entre los lugareños. Porque aunque en Suecia el deporte nacional sea quejarse del tiempo, en invierno lo hacen más por tradición que por otra cosa. En realidad están deseando que se ponga a nevar a lo loco para poder esquiar, pasear sobre lagos helados y practicar todos esos deportes de invierno que tanto les gustan. En cambio, en verano sí que les jode que refresque ¿Por qué? Porque su verano dura escasamente dos meses, y cuando sólo dispones de dos meses de sol y temperaturas más o menos cálidas, que la madre naturaleza te birle quince o veinte de esos días te repatea.

Y te repatea aún más cuando no es un día aislado, ni una semana, sino cuando lees en el periódico que es el mes de junio más lluvioso de la historia de Estocolmo (o desde 1786 que es cuando se empezaron a medir las precipitaciones) y aún estás a día 20. Y si te has cogido las vacaciones en esos días de junio pensando en disfrutar de la ciudad en uno de los dos únicos meses en los que el clima suele ser bueno y te cae una manta de agua día sí, día también, el mosqueo es de campeonato.

Porque además Estocolmo en verano es una ciudad encantadora. El verano sueco es lo suficientemente cálido como para poder pasear tranquilamente de manga corta, pero no hace el calor horrible de una Madrid o Sevilla un 15 de agosto. Las calles se llenan de terrazas donde disfrutar de una cervecita, un café, una comida ligera o una tradicional fika al solecito sin achicharrarse. Las playas artificiales del lago Malaren se abarrotan de lugareños dispuestos a darse un bañito. La luz del sol sigue iluminando Estocolmo hasta casi medianoche que permiten sacar unas fotos de paisajes de escándalo. Por supuesto, el calorcito abre un nuevo abanico de posibilidades para salir de marcha en verano. Y a finales de junio empieza la estampida de suecos hacia sus pueblos y/o hacia lugares más cálidos, dejándote la ciudad casi para ti solo.

Si tienes pensado visitar Estocolmo en verano, más te vale meter un paraguas y algo de ropa de abrigo por si las moscas. Incluso en el mes de julio el clima puede ser una lotería, así que echa un buen ojo a páginas del tiempo como ésta para evitar llevarte una sorpresa desagradable.

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miércoles, 25 de julio de 2012

Encontrar trabajo en Suecia: Lidiando con la burocracia

Ahora que la crisis aprieta en España, muchos compatriotas están considerando seriamente la idea de irse a trabajar al extranjero, y aunque el Reino Unido y Alemania parecen los destinos preferidos, Suecia sigue estando entre las opciones más tentadoras: una tasa de paro que roza el pleno empleo, un crecimiento del PIB sólido año tras año y unos sueldos muy atractivos son las principales credenciales de éste país nórdico. Dicho esto, no todo van a ser vino y rosas, no señor: si un español llega a Suecia “con lo puesto” a buscar trabajo va a tener que enfrentarse con la burocracia sueca, que no le va a poner sencilla la tarea de competir en igualdad de condiciones con los suecos.

Viviendo en Suecia, para poder ser un candidato igual de atractivo que cualquier Svensson o Johansson es necesario cumplir determinados requisitos: tener una cuenta corriente en un banco sueco, estar dado de alta en el servicio migratorio sueco Migrationsverket y obtener un personnummer de las autoridades fiscales suecas Skatteverket. ¿Parece fácil, verdad? Ni mucho menos. Al lidiar con estos tres trámites nos enfrentamos al clásico problema de la pescadilla que se muerde la cola: para poder darse de alta en el Migrationsverket suele ser necesario tener vivienda y una cuenta corriente en un banco sueco; para poder obtener el personnummer es necesario presentar tu papel de residente (que obtienes cuando te das de alta en el Migrationsverket) … y para poder abrir una cuenta bancaria necesitarás el personnummer. De traca.

Uno a uno, éstos son los tres trámites:


1. Cuenta corriente

En Suecia como en España, el banco que elijamos para tener nuestra cuenta corriente dependerá en muchos casos de cuestiones de conveniencia (lo cerca que me quede la sucursal, las facilidades que den para utilizar su banca online…) Para el propósito de abrir una cuenta corriente dará igual que tratemos con Handesbanken, Nordea o SEB. En cualquier sucursal encontraremos el mismo problema: necesitaremos contar con un personnummer o en su defecto con algún documento que certifique que o somos suecos o tenemos todos los permisos en regla (sobre todo el de residencia). Vamos, que necesitarás realizar los dos otros trámites de esta lista, o por lo menos uno, para salir del banco con una cuenta corriente. ¿Qué no tienes los papeles necesarios? Pues prepárate para echarle morro.
SOLUCIÓN
Eso, insistir y echarle morro. Si ves que en un banco o en una sucursal ponen muchas pegas e insisten una y otra vez en que sin los papeles, nada… cruza la acera y prueba en el banco de enfrente. Así de aleatorio puede ser. En mi caso acerté a la primera y abrí mi cuenta corriente sin problemas en el Handelsbanken de Sveavägen, pero alguna pega me pusieron a pesar de tener todo en regla cuando en vez de sacar el pasaporte español saqué mi DNI.

2. Permiso de residencia (Migrationsverket)

Si tienes una cuenta corriente, un lugar donde vivir y seguro médico (la Tarjeta Sanitaria Europea valdrá de momento) entonces obtener tu permiso de residencia del Migrationsverket será coser y cantar. Ahora bien, tener cuenta corriente y residencia más o menos permanente es mucho más difícil de lo que cualquier español pudiera imaginar. Primero, porque para abrir una cuenta corriente te pondrán muchas pegas si vas sin todos los papeles necesarios; segundo, porque encontrar piso en este país puede ser un infierno, sobre todo en ciudades grandes como Estocolmo.
SOLUCIÓN
Si estás planeando tu desembarco en Suecia con tiempo, haz todo lo posible por tener algún documento que te permita entrar y residir por un tiempo prolongado de forma totalmente legal, como un contrato (que probablemente no es el caso) o… una carta de aceptación de una universidad sueca. Los másters en Suecia son gratis total. Repito: G-R-A-T-I-S. Así que tienes la opción de ir a Suecia como estudiante, y sólo tendrás que sacarte 15 créditos o más por semestre para prolongar tu estancia ¡Hasta puedes obtener el permiso de residencia rellenando un formulario online!

3. Personnummer (Skatteverket)

El personnummer es el DNI y el número de la seguridad social, todo en uno. Un personnummer identifica totalmente a una persona, totalmente. Si consigues un personnummer (información en español aquí), se te abrirán todas las puertas. Pero claro, el problema es que el trámite no es sencillo: necesitas tener una cuenta corriente, el permiso de residencia otorgado por el Migrationsverket, enseñar otra vez tu seguro médico, mostrar alguna prueba de que tienes los suficientes medios para quedarte en Suecia y creo que también una prueba de tu derecho a residir en el país (carta de aceptación de una universidad, contrato de trabajo, etc). Vamos, que el Skatteverket es la madre de todas las burocracias.
SOLUCIÓN
Perseverancia. Por mucho que estés tratando con funcionarios suecos, algunos son menos suecos que otros. ¿Qué quiero decir? Que si fallas lo intentes una y otra vez hasta que te toque el funcionario majete y compasivo, que alguno hay.

Como conclusión, decir que aunque el panorama que tienes delante si quieres llegar a Suecia a buscarte la vida parece descorazonador, sabiendo inglés, teniendo una actitud positiva y echándole morro y un par se puede salir adelante. Sobre todo siguiendo estos consejos.

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miércoles, 11 de julio de 2012

Viendo a España ganar la Eurocopa en Estocolmo

Una de las mayores “desgracias” de vivir fuera de España en los tiempos que corren es el rendimiento que está ofreciendo la selección española de fútbol. Cada vez que sale una nueva noticia política, laboral o económica sobre España respiras aliviado por vivir fuera y sufrirlo más de refilón, pero cada día que España gana un partido la envidia te corroe por dentro: nada como vivir en España para disfrutar de un partido de la selección. Y si vas a verlo a la pantalla gigante de la plaza de Colón ya ni hablamos.

Afortunadamente en Suecia la fiebre del fútbol se ha extendido con rapidez gracias entre otros a jugadorazos como Zlatan Ibrahimovic, de forma que aunque el deporte mayoritario sea el hockey sobre hielo el fútbol se va acercando inexorablemente en popularidad y adeptos. Como además Estocolmo es una ciudad muy multicultural, cuando hay competiciones de calado como una Eurocopa o un Mundial (que afortunadamente caen en junio-julio) los bares de deportes se llenan de aficionados. El fútbol ha crecido tanto en popularidad que hasta han montado una pantalla gigante al estilo de la plaza de Colón en medio de Estocolmo donde ver el partido. Además los comentaristas de TV4 tienen un stand al lado de la pantalla, por lo que la previa, el intermedio y el post-partido emiten en directo desde Estocolmo. Todo muy bien hecho, como no podía ser de otra forma en Suecia.

El partido de la final entre España e Italia decidimos ir a verlo a esta céntrica plaza, Norra Bantorget, y he de decir que fue una decisión muy acertada. Como se veía venir que iba a haber llenazo llegamos a las 19.00, y aunque pudimos entrar y sentarnos sin problemas ya se veía que la cosa iba a estar complicada antes de las 20.00. Como los suecos son así de organizados la plaza contaba con todo lo necesario: un bar muy grande con varias barras, urinarios extra, zonas para sentarse y por supuesto todo bien cercado con control de acceso y una buena cola. Además, para que los espectadores precavidos no nos aburriésemos durante las 2 horas de espera hasta el pitido inicial TV4 nos ofreció la actuación en directo de un cantante sueco que está empezando a despuntar: David Lindgren.

El ambiente era casi lo mejor del lugar: tanto Españoles como Italianos somos gente alegre, ruidosa y fiestera, así que un partido entre ambos combinados nacionales permitió disfrutar de un “choque” de aficiones muy entretenido. La pega era que los españoles estábamos en minoría: había muchas más camisetas azules que rojas, y la desventaja se hacía aún más apreciable en detalles como el himno (cantado el suyo, el nuestro… pues no porque no tenemos letra, somos así). Desde antes del pitido inicial ya se veía que un gol italiano iba a ser mucho más celebrado… aunque no tuvieron suerte. España se salió, hizo un partido memorable, y después del tercer gol los aficionados italianos empezaron a hacer mutis y ya para cuando Mata metió el cuarto no quedaba una sola camiseta azul. Minutos después, pitido final y locura, con el clímax cuando Casillas recibió la copa de manos de Platini y se saltó el protocolo para ir a levantarla y a celebrarlo con sus compañeros.

La siguiente cita son los juegos olímpicos, y dentro de dos años el mundial, así que si estáis en Estocolmo tanto este mes como en junio de 2014 no dudéis en dejaros caer por la plaza Norra Bantorget para disfrutar de un ambientazo al aire libre y ver una competición deportiva en un ambiente más mediterráneo. Creedme, vale la pena.