lunes, 17 de enero de 2011

Las fiestas en Suecia!

Hasta ahora todos mis posts han tratado sobre la parte académica de mi estancia en Estocolmo. Evidentemente hay más, mucho más, pero prefería hablar de ello en dosis concentradas. Entre otras cosas, para poder hablar de peculiaridades de una fiesta sueca.

Para empezar, dejar claro que en países civilizados como Suecia nunca ha existido el botellón. Algunos creen que es porque papá estado no permitiría que las nuevas generaciones se acostumbraran a dejar la ciudad hecha unos zorros cada fin de semana. Otras fuentes mejor informadas afirman que los suecos, incluso los más jóvenes y pilluelos, jamás serían capaces de ensuciar así porque sí. Hay otra teoría que apunta a que suele hacer un frío de cojones 10 meses de cada 12, por lo que en meses como enero la sugerencia de beber al fresco sería acogida con un cálido "no me jodas".

En su lugar, los suecos hacen pre-party en casas. Como su propio nombre indica, el pre-party es el antes-de-la-fiesta, también conocido como botellón bajo techo. Estos botellones suecos terminan cuando comienzan los botellones en España, a eso de las 23.30. Cuando las discotecas cierran a las 5 como tardísimo (suelen hacerlo a las 3), a la gente no le queda otra que mover toda la fiesta 2 horas hacia delante. Sí, eso implica empezar a beber cuando algunos en España están levantándose de una siesta de pijama y orinal. Luego están los "daños colaterales", que son cenar a las 20.00, eso sí que duele. Que conste, no tengo nada en contra de hacer pre-parties. En un país donde los cubatas salen a 120 SEK (13 Euros) y las cervezas a 60 SEK (6.5 Euros) si hay que hacer pre-party, se hace.

Otra peculiaridad para la que hay que estar preparado es el ritual de entrada a una casa ajena (y cuando le coges el gusto, a la tuya propia también): toca descalzarse. Eso es, si das una pequeña fiesta en tu casa e invitas a 30 personas la entrada de tu casa parecerá una zapatería. A la larga le acabas viendo el sentido: en invierno nieva la de Dios, y unos cuantos zapatos con las suelas caladas se comen tu flamante suelo de madera que da gusto. Con que una persona no se descalce basta para tener el suelo como el palo de un gallinero. Es curioso comprobar un efecto secundario de esta costumbre: los calcetines. Como el 90% del tiempo que los suecos están socializando es en estas pre-parties y fiestas en casas ajenas en general, no basta con llevar unos sobrios calcetines negros o azules (o quedar de hortera con unos blancos de deporte); tienes que ser elegante, fashion, chic. Tienes que aprender a combinar tus calcetines como si fueran otro accesorio cualquiera. A los suecos se les da bien porque son de un metrosexual que echa patrás (intenta distinguir a un sueco homosexual de un sueco heterosexual, ya verás qué risa), pero a un español medio que bastante tiene con llevar cinturón, reloj y cartera a juego la cosa le supera by a great deal.

Halloween! A eso iba. Los suecos celebran Halloween, pero sin pasarse. Como un día normal pero disfrazados (y sin pasarse). En cambio si tienes amigos americanos la cosa cambia. En el fondo sigue siendo lo mismo, una fiesta con un montón de tíos disfrazados, la mayoría pretendiendo dar miedo. La diferencia estriba en que los americanos le ponen emoción, tiran de imaginación para confeccionarse un disfraz, si organizan la fiesta lo hacen con mucha dedicación ...(gracias Ashley, gran fiesta la de Halloween 2009 aunque me costara pillar que ibas disfrazada de redneck)

Dentro de las fiestas en casas ajenas hay un tipo de fiestas que son más celebradas de lo habitual: las housewarming parties. Literalmente viene a ser algo como "fiesta del calentamiento de la casa", aunque realmente es una fiesta de inauguración, la primera fiesta que das en tu casa cuando te mudas. En España estas fiestas serían raras de narices porque la gente tiende a comprarse una casa y meterse en hipotecas de 200 años. En Suecia, como se lleva más lo del alquiler, puedes tener la suerte (o la desgracia) de ser el anfitrión de este tipo de fiestas 4 o 5 veces al año. Lo mejor de este tipo de fiestas es que los vecinos no le ponen tan mala cara a que des la brasa hasta las tantas, de hecho es habitual poner un cartelito avisando con antelación de que vas a dar una fiesta de estas... invitando a los vecinos que quieran a dejarse caer y tomarse una copa. Intento imaginarme la misma escena en España, algo como ("Fiestaca en casa del Richi, desde las 23.00 hasta que el cuerpo aguante, y para los más machotes, mañaneo en la churrería de la esquina. Los vecinos os pasáis si queréis, total vais a dormir lo mismo"). No le veo mucho futuro, no...

Antes de despedirme, un apunte sobre las fiestas en particular y sobresocializar en Suecia en general: aviso para navegantes, a los suecos (y a las suecas más) les cambia el comportamiento cuando beben. Ya, ya se que la gente se emborracha en todas partes, no me refiero a eso. En Suecia, si conoces a alguien de marcha te puede parecer una chica divertidísima, sociable, graciosa... pero como te la cruces al día siguiente a las 5 de la tarde ni te saluda. ¿Por qué? Porque ya han gastado su dosis diaria de sociabilidad (¿se dice asi? mierda... se me está olvidando el español). Al menos los suecos que han visto mundo y que han vivido una temporada larga en el extranjero son más "normales" en ese sentido.

Hasta aquí hemos llegado por hoy. El siguiente post, dentro de poco (o no), más sobre la SSE y el máster.

1 comentario:

  1. Muy curioso todo lo que apuntas ( y lógico por otra parte -> frio = quedarse en casa).

    También veo algo de retintín en lo de la "te puede parecer una chica divertidísima, sociable, graciosa... pero como te la cruces al día siguiente a las 5 de la tarde ni te saluda. " :P

    Un saludo desde España.

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